Ni Arenteiro ni Fabril dieron con la tecla. En un partido con alternativas, los herculinos tuvieron la primera y la última, muy claras las dos. Por el camino, los ourensanos tuvieron más, más tímidas, pero tampoco acertaron.

Gelucho ha hecho del Arenteiro un equipo rocoso, trabajador, que concede poco pero al que arriba le cuesta. No ha ganado todavía, tampoco ha perdido. De empate en empate camina por la mitad de la tabla, pendiente de coronar con goles el trabajo de los centrocampistas. Enfrente, Luisito intenta engarzar las jóvenes piezas de un filial que el año pasado pasó un mal trago en la Segunda división B y que, seguro, irá a más con el transcurso de la competición. De momento ya ha asomado la cabeza en las primeras posiciones y todavía no ha recibido gol.

Mucho querer y poco poder en el campo de Espiñedo. Javi Sánchez tuvo el 0-1 al cuarto de hora de juego, después de un robo en medio campo que le colocó solo ante el portero aunque escorado. Cruzó demasiado la pelota.

El Arenteiro tomó el relevo, primero con un disparo lejano de Joni que se marchó cerca del larguero y después con un remate al poste de Ivaloteli al filo de la media hora. Todavía antes de llegar el descanso, Emilio empaló bien, pero encontró la respuesta adecuada en el guardameta Alewx Cobo.

Albertito, que se incorporó al juego para la segunda mitad, puso el primer lanzamiento de la continuación, lejos de la puerta, remate que dio paso a unos cuantos minutos de mucho juego en medio campo pero poca profundidad.

El último cuarto de hora animó a unos y otros, una jugada embarullada en el área coruñesa no pudo ser rematada por Javi Rey a un par de palmos de la línea de gol, inmediatamente antes que el portero sacase el pelotazo de Joni. Se encendía la grada de Espiñedo, que veía realmente cerca la posibilidad de un gol que dejase los puntos en Carballiño.

La tuvo Mujaid

El que la tuvo sin embargo fue el Fabril, a falta de cinco minutos, cuando un central, Mujaid, que no acertó a empalar en el área pequeña una pelota que habría acabado dentro porque Rui estaba vendido. No conectó con el balón, que acabó mansamente en las manos del portugués.

De empate en empate caminan los de Gelucho, que llevan dos partidos sin hacer gol ni recibirlo. En la otra acera, los de Luisito encadenan el segundo 0-0 consecutivo a domicilio después de la igualada en Redondela en la jornada que abría la liga. Bouzas y Alondras, dos equipos metidos en problemas pero llamados a salir de ahí, próximos rivales de unos y otros.