Es un hombre observador y tiene el ojo más que entrenado. Con una mirada es capaz de percibir detalles que para muchos pasarían completamente desapercibidos. Los hace suyos y después los reproduce con una fidelidad que persigue la perfección. El escultor Cándido Pazos ha estudiado a fondo las manos de oro de la laureada baloncestista Amaya Valdemoro Madariaga y ahora las inmortalizará en una pieza de bronce para la que ya tiene los primeros bocetos.
"Para mí, junto con los ojos, las manos son la expresión del ser humano", explica Cándido Pazos, compostelano de nacimiento y estradense de adopción. El artista está encantado con este encargo. Muestra en su libreta algunos de los apuntes en los que ha estado trabajando para idear esta pieza, que tendrá una altura de 60 centímetros y recogerá la postura de las manos de esta deportista en el momento de realizar un tiro a canasta.
Pazos no ha escapado a la técnica y durante su reciente encuentro en Santiago con Amaya Valdemoro -celebrado en el Hostal dos Reis Católicos- realizó una sesión de fotografías en rotación para que no se le escape ningún detalle en la reproducción que labrará en bronce. Con el boceto ya sobre el papel, avanza que el resultado final tendrá textura.
Valdemoro está considerada como la mejor jugadora española de baloncesto de la historia. Su lista de logros es muy amplia y entre ellos figuran dos participaciones en Juegos Olímpicos (Atenas 2004 y Pekín 2008) o tres anillos de la WNBA. Buque insignia de la selección española de baloncesto, jugó en las ligas española, estadounidense (WNBA), brasileña, rusa y turca, llegando a ser la única jugadora en conseguir entrar en el Top 5 de mejor jugadora europea en seis años consecutivos. En 2013 se proclamó campeona de Europa con la Selección tras ganar la final del Eurobasket.
Además de en la cancha, la deportista gana en las distancias cortas. "Es una mujer que imanta a su alrededor", confiesa Pazos. "Una persona encantadora", añade. Asegura que, después de conocerla, hubiese llevado sus manos a la escultura "sí o sí". Reconoce que se sintió impresionado por ellas. "Son unas manos impresionantes, de una belleza extrema", apunta. Entusiasmado con el encargo, el autor aguarda tener la maqueta en cera ya en agosto para que la pieza esté lista en septiembre.
La maestría de Cándido Pazos en la representación escultórica de la manos está contrastada. Además de su Mano de Baco, en el acceso al Museo Vivanco, el artista recreó también las del famoso guitarrista Pablo Sainz Villegas, una pieza de gran tamaño y también realizada en bronce que el escultor entregó al músico en 2016.
El polifacético artista compartió con Amaya Valdemoro su pasión por el Camino. La deportista posó ante el mapa elaborado por Pazos en Ponte Ulla, acompañados, entre otros, por el responsable de Ulla Oil o el estradense Alfonso Sanmartín. Además, Pazos confesó a la jugadora los beneficios del aceite de camelia.
