- Se le debe hacer raro estar de vacaciones tan temprano.
- Sí que se hace raro ver la final (Barcelona y Murcia disputan el quinto partido este sábado) por la televisión, aunque se hizo más raro ver las semifinales. Caer en cuartos (ante Palma) es algo anormal en Inter. Hay que aprender. No hemos estado bien este año. Esperemos que sea un plus para retomar el año que viene la senda de los títulos.
- ¿Sucede porque toca después de cinco títulos ligueros consecutivos, porque el tópico de la saciedad es real, por los ciclos?
- Son tópicos. Sí que es verdad que hay gente cuyo cuerpo igual se relaja inconscientemente o no se exige tanto tras haber ganado tanto, quizás no le da tanta importancia. Y eso favorece a los rivales. Haber ganado tantos títulos seguro que afecta porque la plantilla era prácticamente la misma.
- Es para usted el primer año en blanco en mucho tiempo.
- Bueno, ganamos la Supercopa de España? Hacía cinco años que no teníamos una temporada sin ganar prácticamente nada. En mi segunda campaña en el Inter no ganamos ningún título. Ahí empezó esta época ganadora. Fueron cinco años de éxitos.
- A nivel individual sí ha tenido alegrías: tercer mejor jugador del mundo en los Umbro Futsal Awards, por detrás de sus compañeros Ricardinho y Gadeia.
- Es un orgullo. Estar ahí es muy difícil. Grandes jugadores no lo han conseguido. Tras tantos años me han metido en esa lista y estoy contento, pero nunca fue mi objetivo.
- Es una lección: se puede ser el mejor por talento puro como Ricardinho, pero también por trabajo, intensidad o inteligencia táctica como usted.
- Exacto. En un deporte colectivo existen muchas facetas del juego. No solo cuenta ser bueno técnicamente, sino en otros aspectos que hacen completo a un equipo. Es mi trabajo. Yo sé que no tengo la calidad técnica de Ricardo, pero es que ni yo ni la gran mayoría. Poseo otras muchas cosas que me han hecho estar durante ocho años ya en el mejor club del mundo y casi diez años en la selección. Es por algo.
- Era un logro imposible de imaginar, supongo, cuando se rompió el cruzado de la rodilla derecha en 2009 o el de la izquierda en 2012.
- Nunca pensé en dejar de jugar, aunque pudo ser una realidad. Cualquiera de esas dos lesiones me pudo haber retirado. Siempre pensé en trabajar, en volver a jugar y recuperar el nivel, incluso ser mejor. Lo he conseguido a base de mucha disciplina y trabajo. Debe ser un ejemplo para todo el mundo que tiene lesiones graves.
- Cumple 31 años la semana que viene. ¿Cómo enfoca lo que le resta de carrera?
- A medida que pasan los años te vas planteando la perspectiva de cuándo y cómo quieres retirarte. Estoy estudiando Fisioterapia. Empecé por las lesiones. Y me planteo el futuro como fisioterapeuta. Pero también le digo a mi gente que nunca se sabe, igual al retirarme del fútbol sala me llega una oferta de otro tipo que me llame más la atención y dejo de lado la fisioterapia.
- ¿Cómo se compatibilizan los estudios con el deporte de élite?
- Dosifico la asistencia a clase. Cada año cojo un número concreto de asignaturas. No puedo coger todas, no me da la vida. Necesito descansar, tengo que entrenar, viajo mucho. Poco a poco la voy sacando. Las prácticas son más complicadas. En vez de hacerlas en mes y medio las he hecho en tres. He completado ya tres tipos de prácticas en diferentes centros y en la universidad. Las he podido sacar bien.
- Un verano sin citas con la selección sirve para recuperar el cuerpo y recargar energías.
- Desde que terminó la temporada me quise poner ya a trabajar, fortalecerme físicamente en el gimnasio, quitarme molestias que arrastraba? A partir de mi campus, tras el día 6, me iré de viaje fuera de España, a desconectar durante unos días y olvidarme del fútbol sala.
- Siempre ha destacado usted por su despliegue físico.
- Cada vez me cuido más y lo veo más importante. Cuando eres joven no tienes tantos conocimientos. A través de mis estudios y de vivir experiencias propias le he ido dando más importancia a la alimentación, al descanso? Eso te da un plus a la hora de jugar más años.
- Quiere descansar, pero vuelve a casa y le esperan compromisos. Aunque también le agradarán. Usted no se sintió correctamente valorado durante muchos años.
- Ahora es otro rollo, totalmente diferente. Me dan más importancia. Antes me quejaba entre comillas pero no sólo por mí, sino por ese tipo de deportista que no es futbolista. Ellos tienen más repercusión, son más mediáticos. Siempre dije que en Vigo y en Galicia hay deportistas muy buenos de otras modalidades que se merecen más protagonismo o difusión de su profesión. Hoy en día estoy muy contento y orgulloso de que se me valore tanto a nivel social y de que cuenten conmigo. Son premios a toda la carrera que he ido construyendo.
