El Kaleido Universidade de Vigo fue de los primeros equipos de élite vigueses que concluyó su liga regular. Disputó su último partido el 24 de marzo. Será el último en concluir la temporada. El inesperado ascenso del Bathco revive a los olívicos. Les concede la oportunidad de lograr la permanencia en una eliminatoria que comenzará a disputarse dentro de dos semanas y para la que aguardan rival.

El sistema de distribución territorial del rugby español genera estas paradojas. El Kaleido concluyó penúltimo de su categoría en el grupo A de Honor B; en teoría, de promoción de permanencia. El descenso del Gernika a Honor B, precisamente a ese grupo que comparten gallegos y vascos entre otros, le condenó después al descenso directo. El club vigués necesitaba que algún equipo del grupo ascendiese. Ourense, Burgos y Bathco fueron cayendo a manos del Ciencias sevillano en las sucesivas rondas. Al Bathco le faltaba la bala de la promoción contra el penúltimo de la máxima categoría, La Vila.

Una opción remota, se pensó en Vigo. En quince años con este sistema, solo una vez se impuso el equipo de Honor B. El partido de ida alimentó la esperanza. El Bathco se impuso 30-14 en La Albericia. Pero faltaba la vuelta en El Pantano. El Kaleido se ha acostumbrado en estas semanas a los disgustos de la fortuna, a inumerables acciones que se han girado contra sus intereses en los últimos segundos. "La moneda estaba cayendo siempre del mismo lado", lamentaba el director deportivo del Kaleido, Trosky. Pero ayer cayó al fin del que convenía. La Vila solo pudo imponerse por 39-27. Desperdició un último ataque para darle la vuelta a la ida. El Bathco regresa a División de Honor. La Vila se irá al grupo B de División de Honor B. El Kaleido vuelve a tener una promoción de permanencia a su disposición.

Pero el proceso ni siquiera está completo en cuanto al rival. Porque por abajo se han estado disputando eliminatorias entre los equipos de ligas autonómicas y esa carrera no se ha completado. El Oviedo ha vencido al Gaztedi por 38-32. Falta la visita a Vitoria. El Oviedo tiene tres extranjeros y destaca especialmente un zaguero neozelandés; el Gaztedi exhibe consistencia. El Kaleido tendrá que sobrevivir a la baja de Tatafu, operado de un hombro, y a su falta de ritmo tras tanto tiempo parado. En dos semanas, al menos, primero fuera y después en As Lagoas, su destino vuelve a estar en sus propias manos.