El Celta B falló en el momento menos oportuno y, a pesar de que durante veinte minutos el empate del Guijuelo ante el Internacional le permitía esquivar el play out por la permanencia, el gol en el último suspiro de los madrileños condena al filial céltico a una agónica eliminatoria para conservar la categoría. Después de dos campañas seguidas disputando el play off de ascenso, Real Unión, Alcoyano o Jumilla será el rival en ese temido play out.

El conjunto de Rubén Albés lo tenía en su mano, dependía de sí mismo. Un triunfo garantizaba la permanencia y evitaba tener que mirar otros resultados. El empate podía valer, en función de lo que sucediera en el resto de campos. De hecho, durante unos instantes la grada de Barreiro creyó que un gol podía dar el empate y la salvación al haber marcado el Atlético B ante Las Palmas B. Pero el árbitro anuló ese tanto y al filial volvía a valerle solamente la victoria.

Un triunfo que no llegó porque el Salmantino, que también se jugaba la vida, saltó al césped de Barreiro con las ideas muy claras. Su intensa presión en campo rival maniató al conjunto de Rubén Albés en los primeros instantes. Además, los vigueses conocían apenas transcurridos cinco minutos,que el Internacional iba ganando al Guijuelo y que ellos tenían que hacer lo mismo para esquivar el play out.

La ansiedad se multiplicó apenas superado el cuarto de hora. Porque el tanto de Asdrúval, al cabecear libre de marca una falta lejana colgada al área, complicaba mucho la situación de los vigueses.

El Salmantino estaba muy bien posicionado. Los locales tenían la pelota pero no encontraban la fórmula para generar peligro con ella. Aunque una vez asimilado el golpe, el conjunto de Rubén Albés consiguió sacudirse la hasta entonces asfixiante presión de los visitantes en el momento más oportuno, cuando peor pintaban las cosas.

Fue gracias al balón parado. A través de él, el Celta B empezó a sembrar dudas sobre la solidez visitante y, a partir de ahí, comenzó a crecer el filial vigués. De hecho, Ibán Salvador estuvo muy cerca de equilibrar de nuevo el partido al recoger un saque de esquina en buena posición, definiendo de puntera para evitar la llegada de los defensores. Sin embargo, cuando ya se cantaba el gol, Manuel Molina lo evitó sobre la misma línea.

El córner posterior se convirtió en otra oportunidad para los pupilos de Albés, pero esta vez fue Alende el que se encontró con un defensor para taponar su remate.

El partido ya era otra cosa. El Celta B seguía teniendo el balón pero ahora era capaz de incomodar a su rival alternando posesiones largas con balones directos para la velocidad de Apeh y Salvador. En una de esas combinaciones, Álex Serrano encontró el hueco para colocar un genial pase a Bermejo, que superó con un sutil toque a Sotres en su salida, cayendo derribado por el meta salmantino. Y Salvador no desperdició la pena máxima para devolver el empate al marcador y la ilusión a la grada.

Además, Álex Serrano, con sendos lanzamientos directos de falta antes del descanso que rozaron el gol, aportaba más motivos para la esperanza.

Una ilusión que se evaporaba en una de las primeras acciones de la reanudación. Salvador controló mal un saque de banda e Iván Calero le robó la cartera y avanzó esquivando rivales hasta llegar dentro del área para batir a Iván Villar con un tiro cruzado.

Quedaba mucho tiempo aún y el Celta B necesitaba dos goles para esquivar el play out aunque no encontraba cómo inquietar de nuevo a Sotres. Así, las buenas noticias llegaban con el gol del Guijuelo. Fueron veinte minutos de esperanza hasta que el empate en el último suspiro del Internacional devolvía al filial a la cruda realidad. La segunda parte se había consumido sin haber generado ocasiones ante la meta visitante. Solo dos disparos de Pastrana con el tiempo ya cumplido hicieron pensar en un empate que tampoco hubiera servido para nada.