La proximidad en el tiempo, 30 de abril de 2017, no disminuye ni aplaza su trascendencia. Es una fotografía histórica desde el mismo instante de su ejecución. Berni Costas señala al cielo, más allá del techo de Navia, con el índice izquierdo. En la mano derecha sostiene el trofeo de campeón de la Challenge Cup, primer título del Amfiv. Nadie duda del destinatario de su gesto, que ya se anuncia desde las letras escritas sobre su camiseta: "De tu familia para ti, gracias, Pablo". Y se le añade el 15, dorsal que el fundador del club portaba en su etapa de jugador. El equipo vigués porta el PB15 sobre el corazón desde que Pablo Beiro falleció en marzo de 2015. No cabe más emoción en una imagen. "Aún la vi hace poco y siempre me emociono cuando la veo", confiesa Costas, que aspira a que este domingo se repita la escena con la Euroliga 3, aunque él pase de protagonista a espectador.

La celebración de Costas coronó una Challenge Cup de guion perfecto: la frustración de las tres finales perdidas en 2006, 2008 y 2010, el recuerdo constante de Beiro como acicate, la zozobra en el inicio de la final ante el Rhine River Wiesbaden (9-20) y la reacción liderada por el propio Costas hasta el delirio (68-59) de unas gradas repletas. Para el capitán se trataba del epílogo soñado. Poco después anunciaba su retirada. "Ese año había tomado la decisión y ya lo había hablado cuando empecé a negociar con el presidente. Llevaba tiempo comentándolo", recuerda Costas. "Iba a dejarlo pasara lo que pasara, pero todo fue sobre ruedas, nunca mejor dicho: cuarto puesto en Liga, tercer puesto en la Copa del Rey y un campeonato de Europa. Mejor despedida no pudo ser y además dedicándoselo a Pablo". Fue Beiro el que le descubrió el baloncesto en silla de ruedas a aquel chiquillo de Vincios de 16 años a quien una poliomielitis mal tratada había dejado en muletas siendo niño. "Él me dio la oportunidad de encontrar un deporte y me abrió muchísimas puertas".

Costas nunca se ha arrepentido de su decisión, incluso aunque la desaparición del filial le haya imposibilitado el plan inicial de mantener cierta actividad baloncestística. "Se echa de menos en momentos puntuales, pero estoy viviendo cosas nuevas. El primer año aparqué el deporte del todo. El segundo empecé a hacer cositas. No estoy practicando ningún tipo de deporte a nivel de competición, pero sí de mantenimiento, gimnasio, bici? Ayuda a la movilidad y a sentirse bien". En cuanto al club, "no es que me haya desvinculado del todo", informa. "Voy a ver los partidos, pregunto qué tal van...".

Desde ese conocimiento preciso del estado actual del equipo y desde su experiencia en este tipo de torneos, Costas aconseja: "Los jugadores deben pensar en la competición nada más. El equipo que se ha montado este año está muy compensado. En Liga han hecho una primera vuelta de escándalo". La irregularidad posterior se explica en que "ha sido de las ligas más competitivas que ha habido. El colofón sería conseguir esta copa de Europa. Pero tienes que ir partido a partido. Debutamos contra viejos conocidos, los Titans. Hay nervios, juegas con presión añadida y encima es en Navia, no en Bouzas, con lo cual no influye tanto el factor cancha. Pero también estará el apoyo de la afición".

En la temporada 2016-2017, el Amfiv funcionaba como una máquina perfecta: un quinteto con tres puntos altos (Envó, Zavala, Alejos) y dos puntos bajos (Cronau, Jama); después, la envergadura de Manu Lorenzo y una pareja eléctrica de puntos medios, Julio Vilas y el propio Berni Costas, para cambiar el ritmo. "Todos éramos viejos conocidos. Zavala llevaba dos temporadas. El único refuerzo fue Jama, de los mejores unos del mundo, que nos dio un salto de calidad", analiza. El entrenador, César Iglesias, en esta ocasión, ha tenido que ensamblar un equipo de rotación más amplia pero también más joven, multinacional y diverso. Costas entiende: "Al montar un equipo con tantas caras nuevas vas un poco a contrarreloj. César está haciendo un trabajo extraordinario. El equipo es muy competitivo, yo diría que más que cuando ganamos".

El gondomareño confía en que Navia vuelva presentar en la Euroliga 3 el mismo aspecto que con la Challenge. "El baloncesto en silla está dando un salto de calidad muy importante desde el empuje de la selección en los Juegos de Río, con más repercusión a nivel mediático. Es un deporte de contacto, un espectáculo digno de ver y de disfrutar. Se pueden admirar cosas por el tema de la movilidad reducida, pero no deja de ser un deporte de alta competición".

Agustín Alejos ha heredado la capitanía. Costas sueña ver a su apadrinado repitiendo celebración y gesto: "Resultaría emocionante. Agustín, con su trayectoria como canterano y luego trotamundos, es ahora el estandarte del equipo. Fui partícipe de verlo crecer. Sería un orgullo verle levantar ese trofeo".