La jugadora del SCDA Matamá Sara Álvarez, "Muñi", ha disputado este fin de semana su primer torneo oficial con la selección española sub 16. La rosaleira ya había acudido a una concentración previa con el equipo nacional el pasado mes de enero y también con la sub 17, pero en Francia ha tenido la oportunidad de jugar sus primeros minutos oficiales y lo hizo con "buenas sensaciones".

El combinado nacional cosechó una derrota por 0-1 ante China, empató a dos con Corea y acabó con un marcador de 1-1 ante Francia. Muñi disputó todos los minutos en los tres encuentros. "Ha sido una experiencia inolvidable, muy divertida, y he aprendido muchísimo", dice la jugadora a su regreso a casa.

Pese a la inexperiencia de las jugadoras nacionales, que se enfrentaron a rivales con jugadoras del último año, España compitió a buen nivel. "El primer partido no fue el mejor. Se notaban los nervios. Nosotras habíamos entrenado solo dos días juntas, mientras que las chinas ya van de gira juntas y están más compenetradas", explica la lateral. "Con Corea aplicamos la lección aprendida en el encuentro ante China", reconoce. "Sacamos un empate que supo a victoria", añade. Ante Francia, "más de lo mismo". "Pagamos un error defensivo, pero luego el equipo se supo reponer", analiza. "Incluso nos anularon un gol por mano, pero habría que verlo", replica la jugadora, que apunta que "en general ha ido muy bien, con muy buenas sensaciones".

En lo personal, se encontró cómoda formando parte del bloque, aunque confiesa que no se esperaba "jugar tanto". Incluso la convocatoria le cogió por sorpresa. "Estaba en Amsterdam, en una excursión de fin de curso. Nada más aterrizar me llegó un mensaje con la convocatoria", explica. Al regresar de la excursión jugó con su equipo y al lunes siguiente ya se concentró con el combinado nacional sub 16.

Sara Álvarez disputa su primera temporada en Segunda División Nacional con el primer equipo del Matamá. Su proyección y talento no dejan lugar a dudas. "Es un premio, un regalo, y es importante disfrutarlo", dice la jugadora, que vive un momento dulce tanto por su convocatoria como por el ascenso logrado por su equipo a Primera División B. "Haber ascendido era el objetivo que nos habíamos marcado y lo hemos cumplido, así que es una alegría inmensa. Y ya que me hayan convocado a nivel personal es un exitazo y no me lo esperaba", reconoce. Ahora, "lo más difícil" será mantenerse en el equipo nacional: "Ojalá que pueda mantenerme y mejorar".

Muñi' valora formar parte de un proyecto en el que el fútbol femenino pretende alcanzar un mayor grado de profesionalismo. "El fútbol femenino ha crecido mucho y se nota en todo, las instalaciones, el cuerpo técnico, la profesionalidad... Todo ayuda a mejorar; después cada jugadora aporta sus cosas, todas tienen un talento especial, por esto han sido campeonas del mundo o de Europa", añade en referencia a las internacionales sub 17 y su 19.

"Si por algo estoy aquí también es por el trabajo de mi equipo, el Matamá, porque el fútbol es un deporte colectivo. Yo estoy aquí pero también es un reflejo de todo el trabajo que ha hecho el Matamá", recalca. "No es fácil porque somos un club sin el respaldo de un equipo grande como el Deportivo o el Sporting, pero cada una hemos puesto nuestro granito de arena y con sacrificio y esfuerzo hemos conseguido ascender, que ya es mucho", dice deseando mantener esta buena racha el año que viene.

En cuanto a sus referentes, aunque se fija mucho en sus compañeras de equipo, a nivel profesional asegura que Vero Boquete "es un ejemplo de superación y de compromiso, de estar siempre al pie del cañón". "Ha pateado medio mundo haciendo lo que le gusta, ¿quién no querría ser como ella?", añade. En este sentido, en su sueño de llegar a ser futbolista profesional no descarta hacer la maleta. "El fútbol femenino ha crecido mucho en España, pero aún hay mucho que andar. Hay ligas extranjeras con mucho más nivel y sus jugadoras tienen un respaldo económico mayor y se nota. El fútbol es lo que más me gusta. Si me puedo dedicar a ello y para eso me tengo que sacrificar e irme fuera, ¿por qué no?", concluye.