Rápido de Bouzas y Coruxo se llevaron un punto cada uno en el último derbi vigués de la temporada. Un punto que les sabe a poco a ambos equipos en para poder cumplir sus objetivos en esta recta final de la temporada.

A pesar de que los dos equipos se conocen de sobra, tanto Michel Alonso como Jacobo Montes intentaron sorprender en sus "onces" con la colocación de algunos de sus jugadores. Así, el técnico aurinegro adelantó un poco a Mouriño para acompañar a Youssef en punta de ataque, aunque finalizó el partido en banda para intentar aprovechar su velocidad.

Jacobo Montes apostó por un rombo en el centro del campo, con Jacobo Trigo en banda en lugar de Santi Samanes, que salió en la segunda parte.

Los primeros minutos de juego fueron frenéticos, y bien pudieron marcar los dos equipos. Primero fue el Rápido, con un disparo de Javi Sánchez que obliga a lucirse a Alberto. Siete minutos más tarde la opción cambió de lado, y fue Mateo Míguez el que se plantó solo ante Brais, quien logró despejar el balón.

El partido prometía, pero en pocos minutos el guión del partido fue cambiando. Y es que el Coruxo no tardó muchos minutos en hacerse dueño del partido. La presión del centro del campo del cuadro verde obligó a los aurinegros a retrasar líneas, y formar dos líneas de cuatro por delante de la frontal de su área. Era una decisión arriesgada, puesto que el Coruxo, con el balón en los pies, estaba muy cómodo consiguiendo, además, recuperar fácilmente el balón. Sin embargo no todo eran buenas noticias para los jugadores entrenados por Jacobo Montes, ya que tenían muchos problemas para doblegar esas dos líneas que tenían atrás los aurinegros. El mayor peligro del Coruxo llegaba en acciones de lejos, como un disparo de Manu Justo, mediado el periodo, que salió fuera por muy poco.

Los minutos transcurrían con la sensación de ver sobre el césped a un Coruxo muy superior al Rápido, en lo que a posesión de balón se refería, pero sin ser capaz de transformar ese dominio en goles.

Los dos equipos agradecieron el paso por los vestuarios, ya que las duras condiciones climatológicas hicieron que el partido fuera tremendamente duro, con mucho viento y una gran cantidad de agua que los obligó a hacer un gran esfuerzo.

Michel Alonso trató de corregir la superioridad del Coruxo en el centro del campo, ya que en los primeros cuarenta y cinco minutos el equipo verde tenía muchos jugadores por delante del balón y eso había provocado los agobios que tuvieron. Los aurinegros trataron de apretar la salida de balón del Coruxo, y lo cierto es que en los primeros minutos lo consiguieron, recuperando varios balones y logrando que los del O Vao no tuvieran tanta alegría. Y es que uno de los objetivos era frenar a Mateo Míguez, que posiblemente cuajó uno de los mejores partidos de la temporada, dando una auténtica lección de juego.

El Coruxo trató de estirarse un poco con el paso de los minutos, pero lo cierto es que el encuentro era muy diferente al que se había desarrollado en los primeros cuarenta y cinco minutos.

Sin embargo todo cambió en el minuto sesenta y ocho. Antón de Vicente hace una falta a la altura del centro del campo, y el colegiado le muestra la tarjeta amarilla, y como ya tenía una el capitán del Coruxo tuvo que marcharse al vestuario. Una cartulina excesivamente rigurosa, tal y como se estaba desarrollando el encuentro.

Evidentemente la acción cambió el desarrollo del juego. Jacobo Montes metió en el campo a Guille para ocuparse de la banda derecha en sustitución de Antón. Michel Alonso, técnico aurinegro, le pidió a Youusef que cayera hacia esa banda para tratar de aprovechar la posible falta del ritmo del lateral, que no le dio opciones a los jugadores boucenses.

El partido se rompió a partir de ese momento. El Rápido se estiró buscando la portería de Alberto, sobre todo con la entrada de Carlitos y Quico, mientras que Jacobo Montes tuvo que estudiar bien los cambios, ya que antes de la expulsión de Antón ya le había dado entrada a Samanes, y al quedarse uno menos tuvo que meter en el campo de Guille.

El técnico tuvo que decidir entre meter más presión arriba con la entrada de Silva como hombre más adelantado, o aguantar el marcador con un hombre en el centro del campo. Además, Mateo Míguez acusaba el desgaste, por lo que decidió darle entrada a Óscar para asegurar el centro del campo e imposibilitar al máximo el juego ofensivo de los aurinegros.

Al final, reparto de puntos que sirve para dejar las cosas como estaban por la zona baja de la clasificación, mientras que por arriba el Coruxo suma una jornada más sin conocer la derrota.