Un equipo gallego, el Amoron Endurance, formado por los vigueses Adrián Moreira y Jota Sancosmed (natural de A Coruña pero afincado en Vigo), el nigranés Xoel Chamorro y la betanceira Mar Delgado han finalizado en la tercera posición de la Expedition India, la primera cita puntuable de las World Series de carreras de aventura AWRS, y considerada como una de las más duras del mundo.

Han completado más de 440 kilómetros en bicicleta, a pie y rafting en las montañas del norte de India -al pie del Himalaya-, con nieve, cansancio y sueño durante las 78 horas que duró la competición. Finalmente fueron terceros, sólo superados por los franceses del Naturex, que han terminado en algo menos de 69 horas, y los franceses del AGDE, que han finalizado en 73 horas y 21 minutos. En total, participaron en la Expedition India 21 conjuntos procedentes de todo el mundo.

"No nos esperábamos un resultado así, pero sí que lo soñábamos", dice Sancosmed aún desde India. "Cuando te inscribes a una carrera como esta es inevitable ver los equipos que también están inscritos, con los que vas a competir, y echas tus cuentas mentales", añade. "En las listas había varios equipos que habían ganado pruebas como esta de Copa del Mundo o que habían tenido buenos resultados en los campeonatos del mundo y sabías que por lo menos cuatro o cinco equipos iban a estar dando mucha guerra y, a partir de ahí, tocaba pelear por quedar lo más arriba posible, por lo tanto entrar en el podio finalmente sí que es una sorpresa porque aunque lo soñábamos durante años no sabíamos que iba a llegar quizá tan pronto y con un equipo nuevo porque es la primera vez que corríamos los cuatro juntos", reconoce.

Quince días antes de viajar a India disputaron juntos el campeonato gallego. Fue el test previo de un equipo confeccionado para esta cita. 3. "Esta era la primera carrera de la Copa del Mundo que se celebra este año y había una inscripción con precio reducido para equipos jóvenes, por lo que se nos activó la bombilla y echamos cálculos. Teníamos que sumar entre los cuatro menos de 120 años", apunta Sancosmed. "Rápidamente Adrián y yo buscamos a Xoel y a Mar, contactamos con ellos y les apeteció la idea. A partir de ahí contactamos con la organización y nos facilitaron la inscripción y ya fue cuestión de buscar apoyos para costearnos el viaje y el material en la medida de lo posible".

Tarea complicada esa, ya que han completado esta enriquecedora experiencia a costa de los días de vacaciones de sus trabajos y costeándose los gastos de su bolsillo, lo que dificulta que, pese al gran resultado obtenido, vayan a completar más pruebas como esta. "Hay creo que nueve citas más, de las cuales la última es el Mundial, y ojalá podamos ir a más pero para ello tenemos que conseguir más apoyos porque estamos costeándonos nosotros el cien por cien de la inscripción, de los gastos y el viaje, además de gastar nuestros días de vacaciones, pero se intentará buscar otro objetivo y poder ir al menos a otra este año estaría fenomenal", añade.

Durante los tres días y medio de competición han superado "mil historias". "El nivel de incertidumbre en estas carreras es absoluto. No hay nada cerrado ni estandarizado, por eso se llaman de aventura", explica el coruñés afincado en Vigo. "La primera noche, en una elección de ruta, decidimos ir por el alto de una cresta. Había nieve, también hielo. Yo me caí desde una altura considerable, me quedé en el suelo y vino Adrián a ayudarme, se cayó también y voló otros cinco metros", rememora como uno de los momentos más delicados de la expedición: "Pudimos habernos roto algo". La última noche también fue complicada. "Había que buscar un templo en un caos de rocas y un desnivel de 2.000 metros, con una orientación muy complicada. Muchos equipos tuvieron que pasar allí la noche y esperar a que se hiciera de día para poder salir. Entre los cuatro buscamos el paso entre las rocas para seguir subiendo y no pararnos porque hacía muchísimo frío y conseguimos salvar la situación, llegar a lo más alto del monasterio, picar el punto de control, aunque luego encontrar la bajada fue igual de complicado", relata. "Tardamos unas seis o siete horas para poder subir y bajar y pensábamos que los equipos de detrás nos estaban recortando distancias. Sabíamos que íbamos terceros, pero los cuartos estaban muy cerca. Podíamos perder el podio y fue otro de los momentos tensos que se me quedaron grabados de esta carrera", cuenta.

Una de las claves para superar con éxito esta experiencia fue "tomar buenas decisiones en cada momento": "Eso es clave. Cuando la información de algún cambio te llega lo importante es volver a recalcular tus horarios, tus planes. El que mejor tome decisiones al final saca ventajas respecto al que se equivoca". Y en eso no han fallado. Sufrieron hasta el final para resistir en el tercer cajón del podio, superando contratiempos incluso como el malestar estomacal de alguno de los integrantes del equipo. "La alimentación aquí es muy diferente y sí que alguno de nosotros tuvimos problemas de estómago", dice Chamorro.

Mientras preparan el viaje de regreso, previsto para el sábado, se lamentan de la falta de apoyos en un deporte como el suyo, aunque "esto es lo que nos gusta y lo hacemos con pasión, aunque nunca estaría de más una pequeña ayuda para seguir progresando y llegar lejos", dicen.

En su retina, se llevan imágenes y vivencias que no olvidarán jamás. "Ha sido increíble todo lo visto, lo vivido, lo sentido, ha sido una vivencia única. Aquí tienen una felicidad extrema que nosotros no sabemos comprender", indica la betanceira. "Es la primera vez que compito en una Adventure Raid de las World Series y solo puedo decir que tengo muchas ganas de conocer muchísimo más mundo".

"Correr en India siempre es un gran descubrimiento y una experiencia bastante impactante que no la voy a olvidar nunca, aunque espero que no sea la última", confía Xoel Chamorro. El vigués Adrián Moreira se quedaría "con lo enriquecedor que ha sido y lo aprendido a nivel deportivo; ha sido impresionante y nunca lo olvidaremos". Sancosmed asiente: "La organización siempre nos enseña lo mejor del país y son muescas que te quedan, experiencias que te metes en la mochila y que son las que realmente te forman como personas. Ojalá podamos hacer una o dos pruebas como esta al año durante muchos años".