El Kaleido Universidade de Vigo se jugaba gran parte de sus opciones de permanencia en el encuentro contra el Avia Eibar, correspondiente a la 19ª jornada pero aplazado en su día por la huelga de ambulancias. Era el tiro que el XV del Olivo, penúltimo en la clasificación, tenía en la recámara para engancharse al Quesos Entrepinares B. Y los discípulos de Adrián Lago respondieron con coraje, logrando además el bonus ofensivo, en un encuentro que les planteó numerosas pruebas.

El Avia Eibar llegó a Vigo con los jugadores justos -solo inscribió a un suplente-. Pero con una tranquilidad mental, situado noveno y a bastante distancia en la clasificación, que le permitió responder sin perder los nervios a la salida fulgurante de los vigueses. Los vascos fueron incluso capaces de situarse por delante en dos oportunidades, la segunda al inicio de la segunda mitad. Y aunque ciertamente pudieron pagar su falta de reservas, el Kaleido también tuvo que convivir con dos expulsiones temporales casi simultáneas de Villegas y Bargiela (la tercera, de Carlos Davila, ya llegaría con el tiempo casi cumplido), dejando al equipo con trece jugadores sobre el campo. Fue en esa situación cuando los vigueses ofrecieron su mejor versión.

Todo pudo parecer más fácil cuando Tatafu enlazó dos ensayos, retratando la mayor necesidad viguesa. Pero el Eibar supo esperar sus oportunidades para meterse en el partido hasta situarse 13-14. Nuevamente Tatafu puso en ventaja al XV del Olivo antes del descanso.

Llegó entonces el ensayo de Vergara pasado por Holmes para situar un 18-21 inquietante en el minuto 45. Holmes había mostrado la precisión que le faltaba a Carlos Davila, pero el viento favorecía ahora al pateador vigués, que igualó gracias a un golpe de castigo y ya sería capaz de lograr las conversiones de los dos siguientes ensayos. Una reacción individual y colectiva meritoria en circunstancias dramáticas.

El Kaleido suma 29 puntos, por 30 del Quesos B. Su penúltima posición lo aboca en teoría al play off de permanencia, pero dependería de los arrastres con División de Honor y el Gernika corre serio peligro de descender, arrastrando al Kaleido al descenso directo a expensas de si algún equipo del grupo A de Honor B logra a su vez el ascenso. Se antoja indispensable quedar al menos antepenúltimo y eso se decidirá en las dos últimas jornadas.