El catarí Nasser Al-Attiyah, en coches; y el australiano Toby Price, en motos; se consagraron como figuras del rally Dakar al ganar la carrera por tercera y segunda vez, respectivamente, en una de sus ediciones más atípicas, disputada de principio a fin en Perú con solo diez etapas.

Al-Attiyah, que antes había ganado el Dakar con Volkswagen (2011) y con Mini (2015), lo consiguió esta vez con Toyota, que logra su primer título tras ocho años en la carrera, mientras que Price ya lo había ganado antes en 2016 y su nuevo triunfo es el decimoctavo consecutivo de la marca austríaca KTM.

El piloto árabe demostró que sabe moverse como nadie en las dunas y la arena del desierto, su hábitat natural, en el que bordó un rally redondo. Sus rivales más peligrosos fueron cayendo por el camino hasta que en el segundo lugar, a casi una hora de distancia, quedó Joan 'Nani' Roma, que sumó su cuarto podio del Dakar en su carrera, mientras que la tercera posición fue para el francés Sébastien Loeb, que corría con el Peugeot que ganó el rally hace dos años. Loeb fue el vencedor de cuatro de las diez etapas de este Dakar y acaparó la polémica porque un error en la hoja de ruta reconocido por la organización le hizo perder un valioso tiempo en la tercera etapa.

El triunfo del catarí con su Toyota Hilux y el tercer lugar de Loeb con el Peugeot dejaron en evidencia a los buggys de Mini, que partían como los grandes favoritos para este Dakar al reunir un equipo de lujo, con Carlos Sainz, campeón del año pasado, y los laureados pilotos franceses Stéphane Peterhansel y Cyril Despres. El español terminó el Dakar más problemático de los doce en los que ha participado con una victoria de etapa en su último día de competición.

En motos, Price se convirtió en el piloto en activo del Dakar con más títulos, al romper el empate que tenía con el austríaco Matthias Walkner y el británico Sam Sunderland, también pilotos oficiales de KTM, con un Dakar cada uno.

Walkner y Sunderland acompañaron a Price en el podio de este Dakar con un pleno de KTM tras una polémica decisión de la dirección de carrera que retiró una sanción al británico una vez terminado el rally, lo que le permitió ser tercero en detrimento del chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna).