Hay victorias y victorias, pero la lograda por el Coruxo en el campo de O Vao tras remontar al Real Madrid Castilla tiene un sabor especial y proyecta un futuro prometedor, a falta de dos jornadas para la conclusión de la primera vuelta del campeonato.

Los tres puntos tienen un valor tremendamente importante. Primero por el hecho de lograrlos ante un equipo como el Real Madrid Castilla, tercer clasificado en el grupo y plagado de jugadores que en pocos años completarán las plantillas de Primera División. Segundo por haber logrado la victoria tras tener que remontar un gol adverso encajado a los cuatro minutos de juego; y, en tercer y último lugar, porque es un triunfo conseguido con buen fútbol.

Fidalgo adelantó a los madrileños en su primera aproximación. Pero los vigueses no cambiaron su forma de juego a pesar de verse por debajo en el electrónico. El partido no tardó en convertirse en un monólogo. El Coruxo recuperaba el balón y trataba de jugar al ataque, mientras que el Real Madrid Castilla esperaba a los vigueses y buscaba una contra para marcar un nuevo tanto y sentenciar el encuentro.

El comportamiento del Coruxo encontró su premio en el segundo tiempo. Juampa igualó en el minuto 52 y diez después Manu Justo puso a los verdes por delante en el marcador. En la media hora final el Coruxo controló el partido e hizo inútiles los esfuerzos del filial blanco.