El Alondras volvió a ser el equipo que el pasado año se acabó colando en el play off, con Yahvé e Iván Pérez manejando las riendas del partido y aprovechando las escasas ocasiones de las que dispuso.

Presión alta y velocidad por banda. Esos fueron los argumentos con los que se plantó el Ribadumia sobre el terreno de juego de A Senra ante un Alondras que se aplicaba en la presión y buscaba agazapado un error local o una contra letal. Esa contra letal pudo llegar en el minuto 8, en un buen balón que agarró Jonás dentro del área, pero cruzó demasiado su disparo.

A partir de ese momento, ambos equipos se enzarzaron en una disputa eterna en el centro del campo para hacerse con el balón, pero sin la profundidad suficiente para crear ocasiones claras. La única aproximación fue un fallo en el despeje de Nucho que Monchito no atinó a embocar hacia portería desde más de 40 metros en el minuto 23. Con poco juego que mostrar para llegar a la portería contraría, la única alternativa era a balón parado. Y fue así como llegó el tanto del equipo visitante en el minuto 26. Una falta lateral sacada por Iván Pérez al corazón del área terminó con un certero cabezazo de Abel, libre de marca en el corazón del área, ante el que nada pudo hacer Ángel Expósito.

La segunda parte comenzó por derroteros muy similares y él Alondras tuvo una gran ocasión para ampliar la ventaja en el minuto 53, cuando Álex Rey se plantó solo ante Expósito, pero su disparo se fue a las nubes.

La sentencia para los aurinegros llegó en el 70 en una jugada trenzada por toda la delantera canguesa, con caño incluido de Jonás a un defensa local para dejar solo a Yahvé ante Expósito. El mediocentro visitante no falló y colocó el balón con suavidad en el fondo de las mallas. Tras el gol, Luis Carro varió por completo el sistema.

Pese a que el Ribadumia no se rendía, las ocasiones seguían siendo para él Alondras que aprovechaba los espacios.