La igualdad presidió también la cuarta partida del Mundial de ajedrez, en la que el campeón noruego Magnus Carlsen, al mando de las blancas, no pudo poner en aprietos al aspirante estadounidense Fabiano Caruana y se firmaron las tablas después de 34 movimientos. Cumplido el primer tercio del encuentro, que se disputa al mejor de doce partidas, el marcador refleja un empate a dos puntos después de cuatro empates en las primeras partidas.

Carlsen optó por la apertura inglesa (1.c4 e5 2.Cc3), una línea poco practicada por el campeón y que Caruana ha jugado dos veces este año aunque en partidas rápidas.

El noruego intentaba evitar cualquier preparación del equipo de Caruana, después de haberse filtrado un vídeo en el que aparecían archivos con algunas líneas analizadas por el aspirante durante su preparación para este Mundial.

Pero el aspirante, experto en aperturas, no pareció sorprendido. Empleó menos de 10 segundos en ejecutar cada uno de sus siete primeros movimientos, en tanto que Carlsen invertía varios minutos en algunas de sus jugadas al comienzo del juego.

La partida perdió potencial táctico con la desaparición de los cuatro caballos en apenas trece movimientos, cediendo la escena a torres y alfiles en una posición árida, con menos riesgos, de las que permiten al campeón sacar a relucir sus dotes estratégicas.

Carlsen meditó durante 19 minutos antes de ejecutar un movimiento tranquilo 15.Te1, en lugar de lanzar sus peones al cuerpo a cuerpo en el flanco de dama con 15.b5. La cautela del campeón permitió a su rival fortificarse con 15...Ad7 y, tras el cambio de damas, el final de torres y alfil de casillas negras abocaba a unas nuevas tablas.