Rafael Louzán, salvo vuelco sorpresivo, aeguirá presidiendo la Federación Gallega de Fútbol durante cuatro años más. Las candidaturas que apoyan al actual mandatario se impusieron ayer con claridad en las elecciones a la asamblea general, cuyos 150 asambleístas deben proclamar al nuevo presidente el próximo 10 de diciembre. Los resultados todavía no son oficiales, ya que hoy concluirá el recuento del voto por correo. Pero nadie espera grandes cambios. Los rivales de Louzán, el tándem compuesto por Gustavo Falque y Pepe García Liñares, empezaban a asumir ayer la derrota, que ha sido dura en algunos detalles: el Coruxo, club presidido por Gustavo Falque, no ha sido elegido asambleísta y la gente de Liñares no ha logrado la victoria en su territorio natural, A Coruña. Falque, sin embargo, sigue decidido a plantear batalla hasta el final.

Los primeros datos son rotundos. Los candidatos de Louzán se han impuesto en bloque en el estamento de clubes en Vigo (16 votos), Ourense (6), Pontevedra (16), Lugo (9) y A Coruña (21), mientras seguía el recuento en Santiago y en otros estamentos como jugadores. Louzán se lleva también los 12 votos del fútbol sala y tenía aseguros de antemano otros, como el de fútbol gaélico, fútbol de alto nivel o árbitros. Según las primeras cuentas de los asesores del ribadumiense, Louzán sobrepasará el centenar de apoyos, más que sobrados ya que solo necesitaba 75.

Gustavo Falque, sin embargo, no se retira de la carrera electoral. Sigue creyendo necesario denunciar la gestión de Louzán desde 2014 y su primera reacción es mantenerse como precandidato, y como candidato oficial si logra los avales necesarios, para prolongar los comicios hasta ese 10 de diciembre.