- ¿Por qué decide presentarse?

- La motivación principal es que ayudé a Louzán en su momento a presidir la Federación Gallega gracias a compromisos con clubes, jugadores, entrenadores? Les dije que teníamos un programa a desarrollar, con mejoras para ellos. A la conclusión de este proceso veo que no existe ningún programa más que Rafael Louzán Abal. Ha puesto la federación a su servicio, no solo la que ya había con sus empleados, sino que ha creado una federación paralela en Pontevedra con siete personas asalariadas y ocho más de su gabinete. Esa es la verdadera dirección. Y esa gente solo tiene un objetivo, que es ensalzar la figura de Rafael Louzán. Han intentado pegar un golpe en la Española con trampas, situaciones incomprensibles como montar una candidatura de fútbol sala a nivel nacional, un voto por correo que les fue devuelto. Galicia ha quedado en el resto del estado español como una territorial que no merece confianza. Esto y otras cosas me llevan a irme de la federación y a asumir una responsabilidad. Tengo que pedir perdón a todo el mundo del fútbol. Saben que soy una persona recta, que va siempre de frente. Estoy en deuda con ellos y esta es la mejor oportunidad de pedir disculpas, a la vez que presento un programa que realmente va de acuerdo con lo que yo les he dicho.

- ¿Por qué se mantuvo usted como vicepresidente hasta julio?

- Precisamente por esa responsabilidad que yo tenía con los clubes a nivel de federación y mutualidad. Muy pronto, el 15 de enero de 2015, ya tuve mis dificultades. Vi que lo que se pretendía no era lo prometido en campaña electoral. Tomé la decisión de no entrar en la junta directiva. Pero mucha gente me hizo ver que tenía que seguir, aunque estuviese a disgusto, porque no podía dejarles tirados. Tenía que seguir defendiendo nuestros postulados hasta donde pudiera.

- ¿La renovación puede encarnarse en alguien como usted?

- Yo me sigo postulando por lo mismo: por la limpieza del fútbol gallega, por una dirección clara y colegiada a favor de los asociados de la Federación Gallega. Ahora mismo no hay estructura, no hay junta. Las decisiones vienen tomadas desde Pontevedra por ese gabinete que se dedica a ensalzar a Louzán. Yo difiero abismalmente de lo que debe ser una federación.

- García Liñares, presidente entre 2011 y 2014, puede tener un papel decisivo. Fueron ustedes rivales electorales y ahora aliados.

- Fui rival en conceptos deportivos, de gestión. Aprovechamos los puntos débiles que podía tener Liñares en su estructura. Pero nunca tuve problemas personales con Pepe Liñares. En estos momentos tenemos muchos aspectos en común; también diferencias, pero yo intento que la futura federación sea colegiada, bien armada, en la que el fútbol gallego tenga una base sólida, con voz y voto en las decisiones. Pepe Liñares es en estos momentos más un aliado que un contrario mío. Intentamos llevar a cabo juntos nuestras coincidencias.

- ¿Las posibilidades de victoria ante Louzán dependen de que acudan juntos a las elecciones?

- Tenemos un objetivo común que es salvaguardar la Federación Gallega de Fútbol y proteger su futuro, que es muy incierto si continúa Rafael Louzán. El día 10 de diciembre no va a haber tres candidatos, solo dos. Eso lo tenemos muy claro y también sabemos qué va a hacer cada uno. Ahora mismo toca otra cosa. Estamos ayudando a los clubes en las elecciones asambleístas. Más adelante veremos qué decisión tomamos.

- ¿Queda entonces por definir quién será el cabeza de cartel?

- Ya hemos tenido nuestras reuniones. Desde el primer momento siempre he manifestado que es irrenunciable ser el candidato que se enfrente a Louzán en las urnas. Iremos limando todo lo demás. En las partes importantes estamos de acuerdo y la parte más importante es la Federación Gallega de Fútbol, la defensa de clubes, jugadores, entrenadores y árbitros.

- Las elecciones dependen de una aritmética compleja, compartimentada en estamentos y delegaciones. ¿Le salen las cuentas?

- Conozco perfectamente esa aritmética. Una de las razones de dar este paso adelante es la situación de los empleados de la federación. Viven circunstancias muy tristes. A bastantes les cuesta dios y ayuda ir todos los días a trabajar pese a que les apasiona el fútbol. Tenemos un personal federativo muy válido. Les duelen las presiones, los cambios, los menosprecios de esa "junta directiva externa" que ha creado Louzán. Está intentando que cometan irregularidades. No es el momento de ponerlo encima de la mesa, pero solo por eso ya merece la pena luchar. Conocemos la estructura de zonas, qué tenemos en cada uno de los sitios. Hay una zona, que es Lugo, de la que yo soy responsable. Al vicepresidente y al delegado los llevé yo porque los considero personas válidas. Han hecho un trabajo estupendo. La mayoría de clubes y deportistas están contentos con su gestión. A partir de ahí todo lo demás es discutible.

- El proyecto de macrosede en A Coruña de Liñares fue un asunto central en las pasadas elecciones. Louzán enarbola como logro que lo reconvirtiese en la reforma o construcción de nuevas sedes de las delegaciones. Usted discute las cuentas.

- Ahora tenemos un contencioso con el CSD. De los 3,5 millones que paga la Federación Española a través de un crédito, el CSD puso 1,5 millones. Los había consignado para esa sede en A Coruña y al cambiar el fin, el CSD ha presentado una denuncia. Yo estoy de acuerdo en el concepto general, en repartir ese dinero entre todas las delegaciones, también A Coruña, porque la sede que teníamos estaba anticuada. Pero hasta ahí. Vinieron también 650.000 euros para la sede de Vigo, que no se pudo hacer en Coia por la anulación del plan general. Son en total cuatro millones y pico de euros más la venta de los locales de A Coruña de la federación y la mutualidad, que no estaban desnudas, que tenían su patrimonio. Lo único que no conocemos de todo este trasiego es cuánto han valido reformas y bajos que hemos comprado. Las cuentas de Louzán y de su junta directiva de Pontevedra son totalmente opacas. Nunca jamás presentó nada a la auténtica junta directiva y cuando preguntabas siempre daba largas. Es una temática constante en la gestión de Louzán. Se ha pasado muchos pueblos porque a todo ese staff de dieciséis personas, con un chófer y dos coches, alguien los tiene que pagar. ¿Quién? La Federación Gallega, todos los clubes, todos los deportistas. Por primera vez en la historia habíamos conseguido unos acuerdos unificados de la venta de derechos de los clubes profesionales. Es poco, debemos renegociar, pero se consiguió un 1% para el fútbol aficionado, que es el 96% o 97% de todo el fútbol nacional y que está abandonado de la mano de dios. El BOE del 13 de enero dice que ese dinero debe ir al fútbol aficionado: 843.000 euros de la temporada 2016-2017, que se cobró en febrero de este año, y 1.150.000 de la 17-18, que se cobró en mayo y junio. Louzán solo ha entregado un poquito de esos dos años, no llegará a 250.000 euros, al fútbol sala femenino y fútbol femenino. Otros territoriales han entregado el doble y el triple por año. Si gastas lo que tienes en esos edificios, esas delegaciones, esos sueldos, en cuestiones superfluas, cuando llega la hora de pagar, los 4,5 millones no llegan. Nadie sabe cuánto se ha metido en mobiliario. Hay una nave en Santiago llena hasta los topes del mobiliario que se retiró de las delegaciones, alguno casi a estrenar. Ya no valía nada. Había que comprarlo todo nuevo. Ahora que llegan las facturas, se liquidan con el dinero de los clubes, destinado a proyección deportiva, programas, competiciones? De los 2 millones que han venido, los clubes gallegos no han visto nada. Y el próximo año, cuando llegue el 1% en febrero o marzo, tampoco verán nada si sigue Rafael Louzán. Si cambiamos y estoy yo, lo verán todo íntegro, publicado en la web euro a euro, y ellos lo distribuirán en los comités formados por clubes, entrenadores y jugadores. Daremos hasta el último céntimo.

- ¿Cuál es la situación de la mutualidad?

- Totalmente irregular desde el comienzo. La mutualidad se rige por su consejo. Deben decidir médicos, hospitales, protocolos, costes, subidas y bajadas de prima. Louzán, por mucho que se le ha dicho, no ha querido convocar elecciones. Ha estado cuatro años sin consejo. Se erigió como presidente, puso a su tesorero como tesorero y se acabó. Él ha tomado todas las decisiones. Se han vendido pisos, patrimonio? Y hay gastos superfluos. Su chófer está pagado por la mutualidad y alguno más cobra de ella. Él no debería tener esa potestad. Esas cuotas son las cuotas de los futbolistas para su salud y no deben ser empleadas en otras cosas. Pagamos leasing de furgonetas, la parafernalia de todos los sitios y no importa. Louzán está acostumbrado a vivir al margen de la ley.

- En las elecciones de la Federación Española Louzán apostó por Larrea, a la postre el perdedor. ¿Qué postura espera de Rubiales?

- Yo he hablado con la Federación Española. Sospecho que nos vamos a encontrar una situación caótica en bastantes aspectos tanto en la mutualidad como en la Federación Gallega. No quiero que estos desmanes repercutan sobre los pobres clubes gallegos aficionados. Le he explicado la situación al presidente de la Española y a su junta. Están en total desacuerdo con la acción de Louzán. He pedido a Rubiales que apoye a los clubes gallegos. Me ha dicho que tendremos todo su apoyo, pero con Louzán, no. Todo lo que ha hecho ha sido muy grave.

- ¿Habrá alguna injerencia política? ¿Qué espera de Abel Caballero o Núñez Feijoo?

- Llevo 18 años como presidente del Coruxo, con una estructura importante. He convivido con alcaldías y diputaciones de todos los colores. Jamás he unido el deporte y la política. He ido a pedir a unos y otros de la misma manera. Yo soy apolítico. Antes de comenzar sí que he hablado con los responsables de los partidos para advertirles de la situación que nos íbamos a encontrar. No voy a meter nada en el ámbito político. Él sí. La respuesta de los partidos ha sido muy buena y no esperaba otra cosa. El único discordante es él. Rafael Louzán pertenece a una política de hace muchos siglos, esa política que ya los ciudadanos aborrecen. Mucha gente que se dedica a la política, desde distintos lados y pareceres, merece la pena. He encontrado su amparo y beneplácito. No me preocupa Louzán. Ya los ciudadanos le han dicho que basta, su propio partido le ha dicho basta, toda la sociedad. Está desesperado. Solo le queda la federación para mantener ese estatus, esa aureola que pretende. Y la federación no puede estar pagando las consecuencias.

- ¿Teme alguna factura a usted o al Coruxo en caso de derrota?

- No me extrañaría que lo intentase. Pero yo sigo confiando en las personas que están en cada sitio. A los clubes nos hablan del tema arbitral, del tema de los jueces. Y yo nunca he creído en la premeditación de los árbitros. En otros aspectos no me preocupa. Mi vida es muy clara. Lo he conseguido todo gracias al trabajo de todos los días.

- ¿Dispone de las energías que requieren los comicios y la presidencia, si gana?

- Completamente. Tengo claro que el presidente de la Federación Gallega ostenta la representación, pero los instrumentos y las propuestas son del propio fútbol. Si gano, los más determinantes serán los comités de fútbol base, fútbol aficionado, fútbol sala, fútbol femenino... Cada uno, con quince miembros repartidos por toda Galicia, serán los que hagan los planteamientos y el presidente de cada comité estará en la junta directiva. Y a Rubiales le he pedido que el presidente de cada comité gallego esté también en Madrid. Tengo claro el organigrama. No me da miedo el trabajo por muy grande que sea. Me encuentro con mucha fuerza, las ideas muy claras y un equipo importante de gente de fútbol y gestión. Vamos a ganar. No tengo ninguna duda. Solo me ha condicionado dejar el Coruxo, pero también tengo gente capacitada en el club y los cambios son buenos. Yo estaré cuatro años en la Federación Gallega, pondré orden, daré a todos la posibilidad de estar dentro y llevaré a la asamblea mecanismos para evitar problemas como que se eternice un presidente. Propondré a la asamblea una limitación de dos mandatos.