- ¿Qué siente cuando afronta un proceso electoral después de tantos en política y fútbol?

- En las anteriores elecciones tenía que ir de menos a más. De alguna manera no sabía hasta dónde podía llegar. Desde el aparato de la propia Federación Gallega era un proceso muy complejo. En este caso hay mayor transparencia, que hemos pedido. No se debe criticar y después no hacer, incluso aunque a uno, ya estando dentro, le hubiera interesado de otra forma. En el voto por correo ahora hay que identificar al votante final delante de un funcionario de Correos, los votos llegan a la Secretaría Xeral y allí se hará el propio escrutinio. Hace cuatro años no era así. Los votos llegaban a la propia federación. Todavía no hay candidatos oficiales, pero los asambleístas quieren saber y dar su apoyo a uno u otro.

- Es una carrera en la que conoce a sus rivales, pero con un interrogante. Gustavo Falque y Pepe García Liñares todavía no han anunciado su fórmula concreta.

- Cualquiera que quiera ser candidato debe tener un porcentaje de avalistas entre los asambleístas. No sabemos a quién tendremos enfrente. En algunas ocasiones ha habido solo un candidato. Debemos esperar.

- Falque traza como línea roja ser candidato.

- Lo sorprendente es que Gustavo Falque se incorporó a mi lista ahora hace tres años y poco. En ningún momento participó. Llegó marchándose. Es una forma habitual para él de estar. Nunca se ha sentido cómodo en ningún sitio. Lleva varias décadas como directivo, primero con uno y luego con otro. Ha ido cambiando de chaqueta. En todo ese tiempo la federación nunca tuvo una evolución. Ahora sí ha tenido una transformación real, visible, palpable, de la que nadie duda. Falque tiene un pasado. Traicionó a Liñares, traicionó a Meana, traicionó a Pepe Criado en la Asociación de Clubes. Ha dejado por el camino un montón de heridos.

- Ha sido su vicepresidente y socio en las anteriores elecciones.

- Nosotros entendíamos que había ido madurando y que a lo mejor se había asentado en una última posición. Su egoísmo lo ha llevado a esta situación e incluso a la desesperación. La semana pasada invitó a Liñares, según afirma este último, a participar en una reunión. Curiosamente hace tres años intervinimos Liñares y yo ante los asambleístas en las elecciones. Y el señor Liñares llamó de todo a Falque, traidor, impresentable? Por eso a mí y a los clubes especialmente del sur de Galicia nos ha extrañado esa foto conjunta. Hay que ser mínimamente coherente. En la vida hay que ser leal a alguien. No puedes estar con traiciones permanentes.

- Aunque hubiesen trascendido las diferencias entre ustedes, Falque no dimite hasta el pasado mes de julio. Y ahora son enemigos.

- Él aguantó hasta que se compuso la gestora. Este proceso es interminable. Unas elecciones no pueden durar seis meses. Falque me llamó después de la última junta directiva para decirme que no quería continuar. Y hasta ahí. Podemos escuchar por ahí cosas que no dijo antes, calumnias, difamaciones? Es su forma de proceder.

- Le acusa de haberse llevado a la Federación Gallega quince personas, entre asalariados y asesores, del equipo que tenía en la Diputación; que ha creado usted una directiva paralela en Pontevedra.

- Las acusaciones hay que hacerlas con documentos. Si no, y viniendo de alguien que estaba dentro hasta hace nada, esas acusaciones se descalifican solas. Es muy dado a eso. En la junta directiva despreciaba a otros vicepresidentes y directivos; al menos en las reuniones a las que asistía, que tampoco fueron muchas. No es capaz de hacer equipo. El Coruxo que todos recordamos es él. No sabemos si hay más directivos, qué ingresos hay, qué cuentas. Solo puede aportar mentiras. ¿Qué va a proponer? La etapa de mayor transformación de la Real Federación Gallega de Fútbol han sido estos tres años. Durante décadas estuvo entrando y saliendo, sin que se hiciese nada. Nosotros hemos tenido capacidad de gestión y mucha buena voluntad de todos. Somos dieciséis directivos, entre ellos dos de mi confianza. El resto son de toda Galicia, que yo no conocía. Ahora sí somos una piña y amigos personales. Me caracterizo por formar equipo. No sufrimos fisuras salvo con esta persona, que nunca ha estado cómoda en ningún sitio. Cualquiera que repase su currículo lo puede comprobar. Este es el escenario de su desesperación en relación con el Coruxo. El club está en una situación muy complicada. Las cuentas no le cuadran entre ingresos y gastos. Y tiene deudas con la Federación Gallega, debe ser el que más, y con jugadores, que han ido a denunciarlo a la Seguridad Social por impagos. Se ha aliado con otra persona (Liñares) que ha arruinado al Cerceda. También lo había llevado hasta Segunda B, donde está el Coruxo.Pueden tener el mismo destino. Ojalá no suceda porque quiero lo mejor para el Coruxo y para los clubes de Galicia. ¿Qué puede aportar Liñares, que estuvo cuatro años al frente de la federación y perdió las elecciones? La situación del Cerceda es su emblema.

- ¿No se equivocó con ese desembarco desde la Diputación?

- Estas dos personas nos han aportado mucho. Uno es licenciado en Derecho y otro es ingeniero de Telecomunicaciones, con mucha capacidad. Necesitábamos mimbres y fortalecernos. Poner en marcha siete edificios en Galicia (las sedes territoriales) no era coger la llave; había que comprarlos, dotarlos, situar a los empleados, montar líneas de telefonía, sistemas informáticos? Se hizo con personal extra, colaboraciones. Esto no es una administración, sino un ente que tiene que funcionar gracias a la ayuda de mucha gente.

- Falque quiere que el fútbol se rija por su propia gente; apartar a los políticos.

- Acaba de reunirse en Santiago con un político (Liñares), diputado provincial, alcalde socialista y también precandidato a la Federación Gallega de Fútbol. Debería aclararse pero no lo hará, no lo ha hecho nunca. Es una persona tremendamente egoísta. No sabe compartir ni hacer equipo y es triste. Todos vinimos a aportar, cada uno desde sus conocimientos y experiencia. Mi satisfacción es que tenemos un bloque unido. Nos sentimos contentos. Con muy poco ya hubiésemos mejorado la federación y se ha hecho mucho. Se habrán cometido errores, es normal en una evolución tan grande. La modernización es patente.

- Le acusan de opacidad en las cuentas; que no se sabe cómo se pagarán las sedes o que ha dedicado el dinero que debía ir destinado a los clubes.

- No aportan datos. Nosotros, sí. La Federación Gallega roza 1,5 millones de euros de saldo positivo; la mutualidad tiene 2,6 millones de saldo positivo. Contra eso no pueden decir ni rebatir nada.

- No ha convocado usted elecciones al consejo de la mutualidad.

- La mutualidad está intervenida "de facto" por la herencia del "caso Villar". El balance del año 2017 era de 39.511 euros de superávit. Son las cuentas publicadas. Y con mejores servicios. Empecé con dos hospitales, ahora hay trece en toda Galicia. No hemos subido las cuotas salvo un ligero incremento este año, curiosamente electoral. Cuando llegamos había patrocinios por 30.000 euros; estamos en 393.000. En cuanto al dinero de los derechos de televisión, es dinero público reglado a través de un decreto. Nosotros hemos trabajado en aumentar el número de licencias. Hemos pasado de 60.000 a casi 100.000; de 3.300 a más de 5.000 equipos. Esto se debe al esfuerzo de clubes y directivos, también a nosotros, que hemos logrado que el fútbol sala y el fútbol veterano estén dentro de la federación.

- ¿Su programa pasaría por la continuidad, alguna línea nueva?

- Lo primero que necesitábamos era crear una federación, con una infraestructura. Antes se dispersaban locales como en Vigo, el federativo, el de la mutualidad y el arbitral. Y el modelo Liñares consistía en crear un edificio de cinco millones en A Coruña. Yo tuve que paralizar una actuación ya adjudicada. Hemos hecho las grandes sedes de Vigo, Pontevedra, Santiago, A Coruña y Lugo. Todo está concentrado. Damos servicios mañana y tarde. Y esto no se consigue con palabras, sino con gestión, con recursos; en parte con los previstos para aquel edificio de A Coruña y en parte buscando en Madrid. La diferencia patrimonial es abismal.

- Hablando de Madrid, usted apostó por Larrea. ¿Rubiales desempeñará algún papel en estas elecciones?

- Falque ha utilizado el nombre de Rubiales pero en voz baja. Cree que aquí no debe tener demasiado acompañamiento. Falque me dijo un día que había que apoyar a Villar. Le contesté que no era el camino. Fuimos críticos con su actuación y pasó lo que pasó (se refiere a la Operación Soule). A partir de ahí Falque apoyó a Larrea y ahora se quiere apoyar en Rubiales. No tiene un criterio, nunca lo ha tenido, y de ahí los bandazos. Creo que Rubiales no es el máximo responsable que debería tener la Federación Española de Fútbol, pero hay que respetarlo. Está elegido democráticamente. También entendíamos que las elecciones debían haber sido desde cero, como serán las de 2020. No he tenido más affaires ni positivos ni negativos con Rubiales. Hay que esperar a que vuelva a hablar el fútbol español.

- Usted es del PP; García Liñares, del PSdeG. ¿Habrá alguna injerencia política?

- Clubes de A Coruña me dicen que están recibiendo fuertes presiones de este diputado socialista (Liñares), el presidente de la Diputación y alcaldes socialistas. Todos tenemos una trayectoria. Yo estuve vinculado a esa formación política (PP), creo que hicimos un gran trabajo, pero esto es fútbol.

- Sus rivales le acusan exactamente de realizar ese tipo de presiones a través de alcaldes del PP.

- Pero tienen que poner datos encima de la mesa. Difamar es muy fácil. Yo puedo dar datos concretos de alcaldes, aunque no pueda darlos aquí. Ellos no van a encontrar casos así. No es nuestra forma de actuar. Tenemos una ventaja hoy, conocemos a los clubes, aunque es una familia muy grande. Galicia es la comunidad con más licencias en relación al número de habitantes con una diferencia abismal.

- También consideran irregulares determinadas licencias.

- Cuando llegué en enero de 2015 ya se estaba trabajando en la venta centralizada de los derechos de televisión. Yo sabía que el dinero que iría destinado a las territoriales dependería del número de licencias. Critican que en el volumen de licencias aparezcan los árbitros. Y ayer llega un correo desde Madrid diciendo que deben computarse las licencias de los árbitros. Falque tira piedras con el propio tejado. Los documentos desmontan cualquier calumnia. Nuestro trabajo y el de los clubes para ser más ha sido contundente.

- ¿Este lunes, cuando se conozcan los asambleístas, se sabrá en realidad el presidente, aunque la elección sea el 10 de diciembre?

- Se podrá intuir. El martes acabará de contarse el voto por correo pero no será indiscriminado, como en las anteriores elecciones. Entre lunes y martes tendremos una realidad clara de cuál es el escenario. Da la sensación de estar muy claro. Los que se han inscrito para ser asambleístas me dicen que el proceso está muy claro. En todo caso, será muy bueno que todo el mundo participe y recuerde etapas anteriores para compararlas con la actual.

- ¿Vigo y Santiago serán claves?

- En 2014 no hubo candidatura nuestra en A Coruña y Ferrol. Y sin embargo ganamos 80 a 65 votos. Clubes, árbitros y futbolistas conocen muy bien qué se ha hecho. Ellos decidirán. El cambio ha sido tan grande que creo que no surgirán dudas. Habrá compromisos y así, también respetables?

- Muchas veces ha dado la impresión de que en unas elecciones federativas el balance de una gestión o las propuestas de los candidatos solo importaban hasta cierto punto; que otro tipo de relaciones o cuestiones han decidido el voto.

- Los que van a votar deben pensar precisamente en eso en primer lugar, no en quién les ha pedido el voto o en otros compromisos. La mayor transformación que la Federación Gallega ha vivido en décadas se ha producido durante estos tres años. Todos los electores deben pensar y participar. Y estoy convencido de que acertarán.

- Usted ha cumplido su etapa en política. ¿Qué se juega personalmente en estas elecciones?

- Veo mucha ambición en Falque y Liñares de poder llegar. Nosotros no venimos para estar, sino para hacer; para modernizar la federación. Parte de esa labor se ha cumplido. Ahora, que los electores acierten con los asambleístas para continuar por esa senda. No nos planteamos que no suceda. He dedicado mucho de mi vida a la actividad pública. Siempre me esforcé por responder a la confianza que se me daba. Ha sido igual aquí. Esta federación la construimos entre todos y debemos continuar por el camino iniciado hace tres años y medio.