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triatlón - Ironman

La última frontera de Gómez Noya

El gallego busca mañana en Hawaii el título mundial de Ironman, prueba para la que ha adaptado su cuerpo durante los dos últimos años tras aparcar la distancia olímpica

Gómez Noya festeja la victoria en la prueba de este año en Praga. // FDV

Gómez Noya sabía que su destino estaba en Kona (la isla hawaiana que acoge todos los años el Mundial de Ironman), que algún día acudiría a la cuna de la más extrema de las modalidades del triatlón en busca de ese entorchado mundial que el ferrolano ha conseguido siete veces (cinco en la distancia olímpica y dos en media distancia). Quedarse sin los Juegos de Río de Janeiro y comprobar que Tokyo 2020 quedaba lejos para hacer planes aceleró sus plazos con la mente puesta en estar en la línea de salida de esa prueba en octubre de 2018, una fecha que le permitía disponer de tiempo para prepararse y con margen para analizar con calma qué vendrá después, si prolonga su estancia en la larga distancia o vuelve a bajar con la ilusión de estar en Tokyo y recoger lo que los Juegos Olímpicos aún le deben.

Preciso como un reloj de esa Suiza en la que nació, Gómez Noya ha cumplido con el programa previsto de forma escrupulosa. Durante dos años ha sometido a su cuerpo a una acelerada adaptación para enfrentarse con garantías a los casi cuatro kilómetros de natación, los 180 kilómetros en bicicleta y la maratón final. El objetivo, estar en condiciones de rondar las ocho horas en la prueba de Hawaii, el crono imprescindible para aspirar el triunfo. La tarea no ha sido sencilla porque el gallego, adaptado a las velocidades que requieren las Series Mundial, tenía que ser igualmente competitivo a ritmos algo más lentos, pero mucho más sostenidos en el tiempo. El tiempo ha demostrado que su cuerpo y su fuerza de voluntad retratan a un competidor y un deportista único. El gallego ha cumplido con creces su objetivo. Durante 2017 acumuló grandes resultados en las pruebas de media distancia a las que se enfrentó (ganó en Dubai y el título mundial en Chattanooga) y programó su estreno en el Ironman para comienzos de 2018 en Cairns (Australia). Su debut confirmó todas las sospechas. Consiguió finalizar en segunda posición tras bajar de las ocho horas (una barbaridad tratándose de un debutante en la distancia) y solo el cansancio en los últimos kilómetros a pie le dejó sin opciones de victoria. Pero de Australia regresó con un puñado de lecciones en la mochila. Gómez Noya sabía que iba por el buen camino, pero que aún necesitaba ajustar varios detalles en el entrenamiento y sobre todo en la alimentación. Porque en el Ironman es casi tan importante nadar, pedalear y correr como alimentarse y comer. Durante ocho horas los deportistas pierden más de 10 litros de líquido y recuperar la energía y mantener el nivel necesario de hidratación sin indispensables para tener opciones de victoria.

Todos esos detalles ha ido perfilando el ferrolano durante 2018. Por el camino cedió la corona en el Mundial de media distancia en Sudáfrica por culpa de un flato sufrido cuando encabezaba la prueba con el alemán Jan Frodeno, ganador en Hawaii en 2015 y 2016. Aquello parecía un pequeño adelanto del duelo previsto para este sábado en Kona. Frodeno ganó aquel día, pero no lo hará el sábado. Una lesión le ha apartado de la prueba y desde la distancia ha advertido del potencial de Gómez Noya y sus enormes posibilidades de ganar en su estreno en Hawaii, algo inaudito.

El gallego lleva desde hace un par de semanas conociendo el terreno en compañía de su entrenador, Carlos Prieto. Han pasado el último tramo de la preparación en Cáceres donde han tratado de adaptarse al calor que siempre domina la prueba de Hawaii. En Extremadura solo les faltaba la humedad propia del Pacífico y que complica aún más la competición.

Gómez Noya no será el único gallego en competición. Iván Raña, todo un veterano en la distancia y que ya ha estado cinco veces allí (llegó a ser tercero), tratará de estar cerca de la pelea por la victoria. Lleva todo el año trabajando con mucho silencio y sin otra meta que el Ironman de mañana. Competidor como pocos, el de Ordes no estará demasiado lejos de la cabeza con seguridad.

Patrick Lange (vencedor en 2017 con récord de la prueba), Sebastian Kienle y Lionel Sanders serán los principales rivales de un Gómez Noya que antes de partir recordaba que "Hawaii es dura porque siempre compiten los mejores en su mejor momento de forma pero nunca se ha conseguido bajar de las ocho horas. Eso indica que es una prueba lenta y complicada porque hace mucho viento, el terreno no es completamente llano, el calor y la humedad son extremos".

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