"La idea era intentarlo aunque sabía que iba a tener una gran competidora en mi amiga María Jesús Coya", explica Sonia Pariente. "En la natación tuve una buena actuación pero en la bici no me encontraba bien. Tuve la idea de parar porque, además, la lesión me estaba molestando posiblemente por la niebla. Pero iba viendo que no me recortaban distancia y en la carrera a pie vi que estaba más cómoda, que no había dolor y seguí", analiza Sonia Pariente, feliz porque "el podio entre amigas es más gratificante. Había sido tercera en una edición anterior y llevaba dos años sin poder competir por lesiones, así que me saqué la espina".