Tres jornadas consecutivas marcando y un botín total de cuatro goles suponen el mejor arraque goleador de Iago Aspas en Primera División. Más eficaz que insistente en los encuentros anteriores, ayer sí volvió a ser el líder del ataque céltico siempre que los locales manejaron la posesión. Fue esta vez el equipo el que no fue capaz de llevar el balón a los territorios en los que su estrella estaba imponiendo su dominio. Deja para el resumen dos definiciones de extraordinario delantero, en maniobra y remate, y una asistencia de extraordinario futbolista. Iago Aspas es la Navidad permanente del Celta, la luz que ilumina toda la ría. A Mohamed le toca construir una dinámica estable que nutra al moañés y proteja la cosecha que este les proporcione.