A buen seguro que si Paco Araújo hubiera estado en el partido de ayer ante Bembrive, hubiera dicho al finalizar el mismo que no se le hiciera demasiado caso a lo que habíamos visto, que simplemente era un amistoso, con ausencias y que la competición regular sería otra cosa.

No le faltaría razón al presidente, pero no es menos cierto que este Celta Zorka destila calidad y augura muchos momentos de satisfacción. También tiene lagunas, e importantes, que ayer quedaron de manifiesto. Y es que cuando el equipo juega sin tensión, sin nervio, pasa a ser un conjunto mediocre que defiende mal y sufre en ataque. Posiblemente esa sea la tarea más complicada que le espera a Cristina Cantero, amén de lograr que Motley no se juegue todo balón que caiga en sus manos y de encajar a Elo Edeferioka en un esquema que comienza a definirse muy bien.

Este nuevo Celta Zorka tiene buenas hechuras. Raquel Carrera ya no es aquella niña que despuntaba hace un par de años, sino que se ha convertido en esa jugadora americana que todos los equipos buscan para su juego interior. Sus movimientos no son de su perfil, y ayer volvió a romper las estadísticas ante un equipo de superior categoría.

Hildur Kjartansdöttir destacó ayer por su sacrificio a la hora de defender. Se metió dentro de la zona y cumplió sobradamente logrando dobles figuras, con doce puntos y diez rebotes. Es innegable que Motley tiene buena mano. Ayer logró doce puntos con unos porcentajes de seis de doce en tiros de dos, por lo que si logra seleccionar un poco mejor los lanzamientos podría mejorar muy mucho sus estadísticas. Quien parece que lleva mucho tiempo jugando en el equipo es Tamara Montero, quien le aporta al equipo ese punto para romper una mala dinámica. De las que repiten curso que decir. Anne Senosiain continúa creciendo e Itziar Germán es la directora de orquesta a la que todo el mundo le hace caso porque sabe lo que hace.

Está claro que el campeonato es muy largo y que durante el mismo pueden pasar demasiadas circunstancias que pueden echar por tierra el trabajo realizado, pero este Celta Zorka apunta bien.

En lo que se refiere al partido de ayer tarde ante el Embutidos Pajariel, la victoria lograda tiene un doble valor. El primero es que es la primera victoria del equipo en las tres ediciones disputadas y eso siempre tiene su aquel. Y después porque la victoria se logró ante un equipo de la máxima categoría, con ausencias, pero al final y al cabo de la Liga Día. El partido estuvo lleno de altibajos. Las viguesas comenzaron bien, muy metidas en el partido y con buen acierto en el lanzamiento a canasta. Sin embargo, con el paso de los minutos, el equipo se fue apagando. Las leonesas se crecieron y se pusieron por delante en el marcador, con buenos porcentajes en ataque y mejor defensa. El partido parecía sentenciado, pero en los últimos diez minutos las viguesas reaccionaron y le dieron la vuelta al partido para forzar la prórroga.