Sin Chris Froome, último vencedor, ni Geraint Thomas, ganador del Tour, la 73 edición de la Vuelta despega en Málaga sin claros favoritos, en una lucha de igualdad que promete emociones hasta la última jornada, dentro de un recorrido que incluye 8 finales en alto y dos contrarrelojes, la última dentro de la última y decisiva semana.

Faltan las figuras que han reinado en los podios de Giro y Tour; también el español Mikel Landa, de manera que la clase media alta tomará protagonismo con las fuerzas igualadas y entre incógnitas con el Mundial de telón de fondo.

Los suspensos en el Tour y el Mundial de Innsbruck marcan las aspiraciones de los candidatos. Por nombres, el dorsal número uno señala al italiano Vincenzo Nibali, ganador de las tres grandes, si bien el "Tiburón" ha dejado claro que tras su operación de fractura de vertebra llega corto y delega los galones en Izagirre.

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El mal resultado del Tour, fue décimo, y la ausencia de Landa, expone al colombiano Nairo Quintana en la primera fila del escaparate. Líder único y con el equipo a sus servicio, incluido Valverde, el boyacense solo piensa en repetir la victoria de 2016, y asegura sentirse en forma y motivado para salvar el curso

Pero las dudas invaden la nómina de candidatos. El australiano Richie Porte (BMC) regresa a la competición tras su caída y retirada del Tour. Acaba de fichar con el Trek y refiere problemas estomacales que le harán salir mermado de Málaga.

Más en silencio llega el ruso Ilnur Zakarin (Katusha), "mejor preparado que el año pasado", cuando fue tercero, y convencido de luchar por todo. Con dudas llegan los hermanos Simon y Adam Yates. Los británicos tratarán de aprobar en la Vuelta, lo mismo que el colombiano Rigoberto Urán (EF-Education First), con la cabeza puesta en el Mundial. También habrá que seguir al francés Thibaut Pinot (Groupama) y a los holandeses Steven Kruijswijk y a la esperanza Wilco Kelderman.

Entre los españoles la ocasión será idónea para que algunos asuman responsabilidades. En el Sky, ante la ausencia de Froome, tiempo para que David de la Cruz demuestre el ciclismo que lleva dentro. En el Bahrain Ion Izagirre sustituirá a Nibali en la lucha de la general y Enric Mas tiene la pista libre en el Quick Step.

Para todos un recorrido de 21 etapas con 8 llegadas en alto, tres en puertos de categoría especial (La Covatilla, Lagos de Covadonga y Coll de la Gallina), éste último como punto culminante de una tercera semana que será decisiva.

La cuarta etapa ofrece ya marcha para los favoritos, con el ascenso a Alfacar, de 12 kilómetros y rampas que llegan al 20 por ciento de desnivel. Primer pulso serio.

Saliendo de Andalucía los esprinters tendrán sus momentos de gloria. Opciones para el triple campeón mundial eslovaco Peter Sagan, el campeón de Europa, el italiano Trentin o el campeón olímpico de persecución Elia Viviani, el rey del esprint en el Giro.

El primer plato fuerte llegará en la novena etapa entre Talavera y la estación invernal de La Covatilla. Tras el descanso y el tránsito por Galicia la Vuelta entrará en zona caliente con el tríptico astur leonés.

Turno para La Camperona, que vuelve tras dos años para ofrecer un duro ascenso que concluye a casi 1.600 metro, la llegada inédita a les Praeres de Navia con su ascenso explosivo de 4 kilómetros que incluye rampas del 15 por ciento y la fiesta de Lagos de Covadonga previo paso doble por el Fito.

Tras el segundo descanso la contrarreloj individual de 32,7 kilómetros entre Santillana del Mar y Torrelavega darán un respiro a los especialistas, y enseguida la Vuelta entrará en el País Vasco con un el estreno del Monte Oiz, el Balcón de Bizkaia, con 5 kilómetros finales por encima del 10 por ciento y superando por momentos el 19. Dura jornada con más de 3000 metros de desnivel acumulado.

Tras una nueva opción para los velocistas habrá una jornada con meta en Andorra tras el ascenso a La Rabassa y la traca final llegará el último sábado día 15 de septiembre con la etapa reina, de solo 105 kilómetros entre Andorra y la cima del Coll de la Gallina. Seis puertos en el menú con doble paso por La Comella y Beixalis antes de la subida definitiva de 7 kilómetros al 8 por ciento de media y repechos del 15.