"En este momento Geraint está por delante de todos. No es un problema para mí. Si podemos llegar a París en esta situación, sería excelente. Los Pirineos son muy duros, son la siguiente parte clave de la carrera. Veremos qué pasa. Mientras que una camiseta de Team Sky termine en París en primer lugar, seré feliz", dijo ayer Froome.

En los planes del Sky de Chris Froome entra llegar a la contrarreloj del sábado manteniendo las posiciones de liderazgo, pero advirtió del peligro de especialistas como el esloveno Roglic y el holandés Tom Dumoulin, a quien considera rival número uno. "Lo ideal sería llegar a la contrarreloj final primero y segundo, pero con una diferencia decente sobre nuestros rivales. Dumoulin y Roglic son dos contrarrelojistas muy fuertes, eso es obviamente una preocupación. Nunca estaremos cómodos contra los mejores del mundo", apuntó.

"Dumoulin es un tipo diferente a mis otros rivales, como Quintana, Contador o incluso Nibali. Corre casi como yo. Él es un contrarrelojista que aprendió y se entrenó a sí mismo para participar en una gran vuelta. Incluso por la forma que afronta los ascensos, se dejar caer unos metros detrás del grupo principal cuando hay grandes aceleraciones", dijo.

Froome recordó su antigua amistad con Geraint Thomas: "Esto es el sueño al que aspiraría cualquier ciclista joven, y creo que es genial que lo hagamos realidad".