Cada vez que Rafel Nadal Parera conquista Roland Garros, coincide con algún hecho histórico. Cuando se coronó por sexta vez en París, igualaba al mítico Bjorn Borg. En el décimo, el año pasado, por ser el primer tenista masculino de la historia en sumar semejante número de entorchados en un gran torneo; y ayer, por igualar los once títulos de la australiana Margaret Court, que entre 1960 y 1973, antes y después del inicio de la Era Open (1968) levantó once veces el trofeo del Abierto de Australia. Court, que a sus 75 años es madre de cuatro hijos, conquistó sus once títulos en el Abierto de Australia entre 1960 y 64, entre 1969 y 1971, y en 1973, en trece años, los mismos que ha necesitado Nadal para alcanzar semejante cifra en Roland Garros.

Court es reconocida como mejor deportista australiana de todos los tiempos. Además de sus once títulos en Australia, suma cinco más en Roland Garros y en el US Open y tres en Wimbledon, para un total de 24, récord absoluto en la historia del tenis, uno por encima de la norteamericana Serena Williams quien, todavía en activo, está en condiciones de igualarla y superarla, aunque su edad, 36 años, y el hecho de que haya estrenado maternidad son factores que juegan en su contra. Además, contabiliza 19 títulos de dobles y 21 mixtos. Una de las tres veces que ha ganado en el All England Tennis Club, en 1970 contra Billy Jean King (14-12 y 11-9) es recordado como una de las páginas de oro en la historia del tenis, en una final épica.

En 1977, con 35 años, ganó su último partido en Chicago, para abandonar al día siguiente tras conocer que estaba embarazada de su cuarto hijo. Retirada, la religión no se ha separado de ella, y se implicó en campañas contra la pobreza y en defensa de la familia. El año pasado desató la polémica en una entrevista cuando dijo que "el tenis está lleno de lesbianas". También arremetió contra los niños transgénero, "producto del trabajo del diablo", y cargó contra el movimiento de gays y lesbianas, comparándolo con el sistema de propaganda de Hitler y los comunistas. Desde entonces es criticada por Martina Navratilova y King, que presionan a la Federación Australiana para que retire su nombre de la pista 1 de Melbourne Park, de momento sin éxito.