El Coruxo puede estar un paso más cerca de la salvación después de su empate (2-2) en el campo del Mérida. El conjunto verde, que viajó al Estadio Romano para disputar el partido de ida de la promoción de permanencia en Segunda B, regresa a Vigo con un resultado que le permite encarar con optimismo la vuelta en O Vao la próxima semana.

El encuentro se puso muy pronto de cara para los intereses de la escuadra viguesa. A los dos minutos el buen trabajo sobre la salida del balón de los extremeños dio sus frutos. Uno de los defensas del Mérida erró en una cesión hacia su portero y Antón de Vicente, el capitán, se plantó solo en el área. En el mano a mano coló el balón entre las piernas del guardameta.

Pero los fantasmas que han perseguido al Coruxo esta temporada llegaron hasta Mérida. Los fallos defensivos permitieron al cuadro local darle la vuelta al marcador. Primero al permitir a Chema Mato rematar desde el interior del área un balón peinado en la frontal y en la segunda mitad al perder la marca en el primer palo de Iván Aguilar, que remató al fondo de la red un centro desde el costado derecho.

Cuando peor lo estaba pasando el Coruxo empató Diego Silva. La jugada volvió a originarse en un robo de pelota en campo contrario. Recuperación, pase al espacio y definición magistral del atacante verde. El empate permitió dio tranquilidad a los vigueses, que tuvieron en las botas de Higón -el mejor del partido- dos ocasiones para regresar a O Vao con un marcador todavía más favorable.