Los puntos se fueron a la Ciudad Condal, las sensaciones se quedaron en Cangas. El Frigoríficos del Morrazo cayó ante el peso de la lógica (21-31) frente a un Fútbol Club Barcelona demoledor en el primer tiempo, más humano en el segundo. Lo hizo en un choque en el que los hombres de Víctor García, "Pillo", fueron de menos a más, y en el que, una vez se soltaron los nervios, protagonizaron minutos de muy buen balonmano, haciendo las delicias de los más de dos millares de aficionados que se dieron cita ayer en un abarrotado pabellón de O Gatañal. Los cangueses rearman su moral de cara a la segunda parte de la primera vuelta, en la que le esperan rivales más accesibles.

Y es que los de Pasqui no dejaron apenas margen para la ilusión. Con una defensa férrea y Pérez de Vargas brillando se convirtieron en un muro contra el que se estrelló la voluntad de los locales. El Cangas aguantó diez minutos. Lo hizo gracias a su fe, atacando casi permanentemente al borde del pasivo y amparándose en un Salazar que sacó cuatro balones, entre ellos dos contragolpes. Pero los sueños son efímeros y del 4-5 se pasó de forma cruel al 4-13. Trece minutos sin anotar de los cangueses y el choque tomó rumbo hacia Barcelona.

En la reanudación el panorama varió por completo. El Frigoríficos se liberó de sus ataduras y se anotó un 3-0 de salida. Fue el anticipo de una segunda parte en la que los cangueses se acabarían anotando el parcial (16-15).