El pasado fin de semana el Mecalia Guardés encajó su primera derrota de la presente temporada en la liga. Hoy disputa una nueva jornada al tener el próximo fin de semana doble enfrentamiento en la Copa EHF. El Mecalia Atl. Guardés está teniendo un inicio de curso muy complicado. A la elevada carga de trabajo para afrontar en apenas un mes tres competiciones -Supercopa de España, torneo de clasificación de la Liga de Campeones y el arranque de la Liga Guerreras Iberdrola- se sumaron las lesiones de las centrales Estela Doiro y Anthía Espiñeira y la "presión" implícita del que defiende el título de campeón.

Las de Prades ganan -suman tres victorias en cuatro partidos ligueros- pero no lo hacen con la solvencia y carácter que se le presupone a un conjunto que tiene como objetivo revalidar el título de campeón esta temporada. "Falta intensidad". Éste fue el reclamo que el técnico realizó a sus jugadoras durante los tiempos muertos que se vio obligado a pedir en el Gasca para intentar frenar al Bera Bera. Y es que además de jugar contra los rivales, el Guardés también pelea contra sí mismo: "No es que falte trabajo, pero no hemos hecho el clic necesario para quitarnos algo de presión" o "no estamos disfrutando de lo que hemos conseguido y hasta se nos ha vuelto un poco en contra" son algunas de las reflexiones que se plantea José Ignacio Prades.

El entrenador del Mecalia no duda del compromiso de la plantilla, "con la misma ambición del año pasado", pero además del trabajo físico y técnico-táctico, la preparación psicológica también está resultando fundamental. "Es por ello que el enfrentamiento de hoy contra el Base Villaverde cobra relevancia más allá de los puntos en juego", espera Prades.

A pesar de jugar contra el último clasificado, Prades no quiere que sus jugadoras se confíen y quiere que rindan como si estuvieran jugando contra el primero. Las madrileñas, que aún no han logrado puntuar (derrotas ante Zuazo, Castellón, Rocasa y Málaga), afrontan su segunda temporada en la máxima categoría del balonmano femenino español, una competición en la que lograron mantenerse y que esperan conservar el próximo mes de mayo.

Esta es la tercera vez que el Mecalia Guardés y el Base Villaverde se enfrentan en División de Honor. Por el momento las gallegas dominan el histórico de enfrentamientos con dos victorias (37-26 y 24-37) y se encuentran en la parte alta de la clasificación (sextas con seis puntos), mientras que el Villaverde cierra la tabla junto al Santa Eularia.

La plantilla al completo -con las ausencias prolongadas de Estela Doiro y Gabriela Romero, quien ya ha recibido el alta médica- estará mañana a disposición de Prades para intentar sumar la cuarta victoria de la temporada. Delante tendrá a un Base Villaverde que plantea un "balonmano muy atrevido". Hasta A Sangriña llegará un grupo "muy compacto e identificado con una línea de juego que lleva practicando mucho tiempo". Las hermanas Montilla, la portera Nicole Wiggins, Elena Bartolomé o Silvia Ausás son algunos de los nombres que destacan en la escuadra madrileña.