El presidente de la Asociación Quino Salvo, Julio Bernárdez, relaja los músculos en la resaca del memorial. Cansancio y satisfacción se le mezclan. Más de 3.500 espectadores asistieron al Obradoiro-Barcelona con el que concluyó la agenda de actos. Un éxito que ya invita a pensar en la próxima edición o incluso en ese proyecto de baloncesto masculino que el alcalde, Abel Caballero, afirma desear en la máxima categoría. Todo lo analiza y a la vez bromea: "Esto se nos está yendo de las manos. Lo hablaba con Bobi (Rafael Bóveda, otro miembro de la asociación); entre todo esto o jugar un partido entre nosotros y luego irnos a cenar, Quino hubiera preferido lo segundo".

- ¿Éxito incluso por encima de sus previsiones?

- No porque el Barcelona era éxito asegurado. Sabemos que es muy difícil cagarla teniendo la facilidad de que el Barcelona venga a nuestra ciudad. El Obradoiro siempre es una garantía por su cercanía. Pero no podemos olvidar que la camiseta del Barcelona queda bien en cualquier sitio. Aunque hubo personas que quisieron decir que no era el Barça verdadero, por sus dos lesionados o la gente que está en el Eurobasket, el cinco que salió a As Travesas seguro que empezará muchos partidos de Euroliga. A la gente le gusta el baloncesto e iba a venir seguro.

- ¿Habrá tercera edición del Memorial Quino Salvo?

- Hay miembros de la asociación que votarían que no, pero al final se impondrá el cariño a Quino y a su familia. Y ahora con otro argumento más, que es la vinculación del público y del alcalde. El Concello ve en esto una posibilidad de ofrecer un evento de calidad a principio de temporada.

- ¿Se sienten obligados a traer de nuevo al propio Barcelona o a un equipo de ese prestigio como rival del Obradoiro?

- Hay que empezar a juntarse y entre todos estudiar cuáles son las opciones del verano que viene. Tenemos que ver qué pasa con las selecciones en ese momento, qué pasa con las competiciones en Sudamérica? Pocas opciones nos quedan en España para mejorar al Barça. No hay Europeo, así que el año que viene el equipo que venga llegará posiblemente más fortalecido. Tenemos que analizar las fechas. Pero en este momento, más que pensar en el futuro, hay que disfrutar de lo que hemos vivido el domingo y disfrutar de la alegría que desde el infierno tendrá Quino por ver a su familia tan orgullosa del cariño que la gente le muestra. Este éxito solo se le puede asignar a la memoria de Quino. Su nombre es el que abre puertas, el que aglutina a todos los que vienen. Eso provoca que los equipos proporcionen unas facilidades que los demás, por muy listos que seamos, no hubiésemos conseguido.

- Se habla más de Quino en Vigo que cuando vivía.

- Es lo que más enorgullece a todos. Que no se hablase antes de él quizás fuese culpa de nosotros, que no supimos explicar a la ciudadanía lo que significaba Quino para el baloncesto nacional. Esta sociedad es así. Tampoco supimos explicar sus valores intrínsecos, su comportamiento personal y deportivo. Están vigentes y son los que permiten que un jugador llegue a cotas importantes y encima sea querido.

- Clinic, exposición fotográfica, torneo de minibasket? ¿Ampliarán la agenda de actividades?

- Nuestras reuniones son el caos, pero también una tormenta de ideas permanente. Todo el mundo se pone a ingeniar cosas. Desde luego todos tenemos mucho baloncesto y mucha gestión deportiva y empresarial encima. No es muy difícil que, entre los insultos que nos dedicamos unos a otros, empiecen a salir ideas. Estas fueron las primeras pero ya había más para este año, como la posibilidad de un torneo 3x3 popular en Samil. No se podían hacer todas en esta edición. Habrá que ahondar en el tema del clinic. Hemos traído a tres personas que son historia viva: Pepiño Casal, Pepe Laso y Moncho Monsalve. A lo mejor no supimos venderlos para que tuviesen la repercusión que merecían. Me da pena que estamentos del baloncesto vigués y gallego no viesen la posibilidad de empaparse de esa historia. Moncho inventó el baloncesto moderno en España junto a Díaz Miguel, importándolo de Estados Unidos cuando no había WhatsApp ni WeTransfer; los vídeos tenían que venir en una maleta y distribuirse de mano en mano

- "Vigo quiere y con la ayuda de todos tendrá un equipo de baloncesto masculino en la máxima categoría", ha dicho el alcalde. Es la eterna cuestión: ¿puede cuajar un proyecto de élite?

- Es un tema muy serio. No debemos frivolizar con la ilusión de la gente. Por supuesto que Vigo tiene la capacidad suficiente para tener un proyecto de ese tipo. No cabe la menor duda. Distintos estamentos lo han demostrado a lo largo de la historia. Hay gente que algo entiende de este tema y puede realizar un evento de trascendencia, por ejemplo. Hay gente en la ciudad que sabe organizar espectáculos durante un partido; empresas de megafonía que pueden hacer esto y cosas incluso más sofisticadas. Existe un interés institucional. ¿Pero hay un interés de la ciudad de verdad para tener un proyecto en la élite? Es la pregunta clave.

- La ACB vive momentos revueltos, con la amenaza de escisión de Unicaja, Real Madrid, Barcelona y Baskonia.

- Pronto habrá noticias con los problemas que tiene la ACB para soportar una liga de 18 con equipos que están pensando más en Europa que en la competición doméstica. La posible creación de una nueva liga desde luego que nos puede abrir un hueco importante. Nosotros podríamos estar muy bien posicionados. Tenemos los contactos suficientes para estar ahí. Pero lo importante: ¿El tejido industrial y empresarial de la ciudad quiere apoyar un proyecto de este tipo? No hablamos de un partido como el memorial para el que podemos conseguir unas cantidades económicas por el valor relacional de las personas que estamos ahí. Hablamos de una temporada deportiva, de presupuestos importantes, de competir en igualdad de condiciones con entidades sin ánimo de lucro. Esto es lo que tiene que pensar la ciudad. Nos parece fantástico que el alcalde y el público lo quieran, que a todos nos haga ilusión. Pero los proyectos tienen que ser serios. Hay estructura. Simplemente hay que sentarse, hacer los números y ver la posibilidad. Es un proyecto muy complicado.

- Difícil concebir en Vigo una apuesta que concite tantas energías diferentes.

- Esa es una forma. Otra es, como ha hecho todo el mundo, empezar desde abajo, apoyarnos en las estructuras deportivas que hay en la ciudad y hacerlas crecer con calma. Se necesitaría un consenso de todos los clubes de Vigo. No podemos pensar en siete proyectos deportivos y ver cuál sale, sino aunar todas las voluntades de la ciudad. Y que todo el mundo sepa que si construimos un proyecto que quiera estar en la élite, el concepto de otros puede verse vulnerado. Eso tenemos que asumirlo. La hegemonía de un club en las distintas ciudades en las que ha habido ACB ha ido históricamente en detrimento de otros proyectos. ¿Sabemos conformarnos con eso? ¿Lo vamos a aceptar a cambio de tener en As Travesas al Barcelona, al Real Madrid o al Obradoiro todas las semanas? Todos vamos a tener que pagar un precio. Esta es la reflexión.

- Varios miembros de la asociación estuvieron involucrados en la aventura del Gestibérica. Les quedaron cicatrices, frustración. ¿Participarían en un nuevo proyecto?

- Podría meter un rollo, pero la palabra es sí. Pero con condiciones. Claro que vivimos momentos frustrantes. También sabíamos que el equipo estaba apoyado en un pie envenenado que era el sector inmobiliario y en aquel momento explotó la crisis. Hay que apoyarlo en otras cosas, más diversas, y no solo en voluntades personalistas.