Luis Enrique compareció en su última rueda de prensa satisfecho por el trabajo realizado, haciendo un balance muy positivo de su etapa en el Barça y mostrándose enigmático con su futuro.

"En una final uno piensa siempre que pueden pasar muchas cosas. El Alavés ha sido fiel a su manera de jugar. Genera mucho peligro en el juego directo y a balón parado. Nos interesaba más un partido de ritmo, de pocas interrupciones y el Alavés ha pretendido que fuera un partido diferente. Esos dos goles al final de la primera parte nos han venido de maravilla", dijo.

Sobre el título y su adiós al Barcelona dijo que sentía "alegría total. Soy yo el que ha decidido que es mejor parar. A mí me ha venido de maravilla y al equipo y a los jugadores también. Con la intensidad que se vive esta profesión implica desgaste. En ningún caso pena, todo lo contrario. Si alguien me dice que puedo participar en nueve títulos de trece que hemos jugado, yo encantado. La afición se ha dado cuenta del esfuerzo que han hecho los jugadores a lo largo de toda la temporada".

Se marchó echando flores de sus jugadores: "Sólo puedo admirar su profesionalidad a lo largo de estos tres años. Creo que les he podido ayudar bastante estos tres años".