El Sevilla ganó 1-2 en el Villamarín y se reafirma en su sueño de seguir peleando la Liga al situarse colíder, empatado con un Real Madrid que cuenta con dos partidos menos, en un derbi en el que el Betis fue superior en la primera parte pero que no pudo evitar la reacción del equipo de Sampaoli tras el descanso.

Los verdiblancos fueron los protagonistas absolutos en el primer tiempo y se adelantaron con un gol del danés Riza Durmisi, de falta directa a 9 del descanso, pero los sevillistas reaccionaron en el segundo, se crecieron hasta anular a su rival y completaron la remontada con dos tantos del argentino Gabriel Mercado y Vicente Iborra para llevarse un derbi que el Betis no gana en casa desde 2006.

El segundo duelo de la máxima rivalidad del curso llegó con los equipos en situaciones opuestas: el Betis, tras cinco partidos sin ganar y tres empates seguidos en casa, a salir de una vez de abajo y buscar objetivos mayores; y el Sevilla, tras tres triunfos -incluido el del miércoles ante el Leicester-, a mantener el sueño de pelear la Liga.

Tantas veces le advirtió el Betis, muy incisivo y con nervio y profundidad, a un Sevilla indolente que el gol era cuestión de tiempo. Llegó a nueve del descanso, al marcar el danés Riza Durmisi de falta directa en un lance en el que se abrió la barrera visitante para que el balón entrara por la izquierda en la meta de Rico.

En la reanudación, el Betis quiso gestionar su renta y manejar los tiempos ante el mayor empuje sevillista, e incluso Piccini dispuso de una opción que mandó al lateral de la red a los nueve minutos de esta segunda parte.

Sin embargo, todo cambió dos después, en el 56, cuando, en el primer intento ofensivo serio del Sevilla, Iborra cabeceó una falta ante la pasividad local y el argentino Gabriel Mercado, solo en el área chica, recogió el despeje de Adán para marcar el 1-1.

A partir de ahí se intercambiaron los papeles entre un periodo y otro. El Sevilla se adueñó del juego y controló y apretó más. Los verdiblancos acusaron el mazazo que le asestó un equipo sevillista, que ahora tocó a rebato, llevó el peso del partido y protagonizó los ataques ante un Betis impotente. Fue Iborra quien, solo y ante el despiste de la zaga bética, mandó el balón a la red tras prolongar de cabeza N'Zonzi, en posición muy dudosa, e hizo el 1-2.