Fin al sueño de la Copa. El Celta no supo resolver el enigma que le propuso el Alavés. Su oficio y su solidez atrás privaron al cuadro celeste de disputar la cuarta final de la competición del KO de su historia. Un encuentro cerrado, similar al de la ida y en el que dos manos de Pacheco en el primer tiempo a dos remates de Aspas impidieron al moañés escribir otro capítulo dorado en su trayectoria céltica.

No hubo sorpresas en el once. Berizzo y Pellegrino apostaron por los mismos hombres del primer asalto. Mendizorroza regalaba un gran recibimiento a los 22 protagonistas. Ambos equipos buscaban estar en una final 16 años después. La grada estaba abarrotada. Celestes y albiazules rivalizaban con sus gargantas, con su aliento, con el único objetivo de prolongar el sueño copero hasta el 28 de mayo.

El primer acto fue intenso. Un partido con ritmo, en el que se notaba lo que estaba en juego. El guión, al igual que los onces de Alavés y Celta, tampoco sorprendió. El cuadro de Berizzo buscaba la iniciativa, imponerse en el centro del campo para llevar el tempo del encuentro. Por su parte, los locales mantenían su apuesta habitual. Rocosos atrás y sorprender en una acción a balón parado o atacando por bandas con las subidas de sus dos laterales, Kiko Femenía y Theo Hernández.

Todo recordaba al encuentro de ida. Las similitudes eran inevitables. Incluso Pacheco volvió a cruzarse en el camino de Aspas hacia la gloria. Una gran mano del portero albiazul evitó el tanto del moañés en la que fue la ocasión más clara del primer período. El "10" lo volvía a intentar poco después, pero topó de nuevo con la respuesta del meta del Alavés.

En la segunda parte el Celta sufrió. El equipo local empujaba, Insistía con el juego aéreo, su principal baza. Sergio salvó a los vigueses con una buena parada abajo. SE sucedían las acciones a balón parado, pero los de Berizzo, con el apoyo de la grada, neutralizaban las acometidas albiazules. Wass pudo romper el cerrojo del Alavés, pero su cabezazo, flojo y al centro, lo detuvo sin problemas Pacheco.

La eliminatoria llegaba a su momento caliente. El resultado, inamovible. La prórroga era cuestión de minutos. Berizzo y Pellegrino refrescaban el equipo. Entraban los esperados. Pione Sisto por Bongonda y Edgar por Toquero. El jugador del cuadro vitoriano firmaría la jugada decisiva del partido y la eliminatoria. Su diagonal hacia el área celeste batió a Sergio y acabó con el sueño copero de miles de celtistas que creyeron hasta el final en el gol que le metiese en la final.

Guidetti entró justo después del gol. Berizzo quemó las naves en ataque con la entrada de Rossi, pero Pellegrino respondía incluyendo en el verde de Mendizorroza a Vigaray y Alexis. Hubo seis minutos de descuento. Mientras hubo vida, hubo esperanza. Pero el gol no llegó. El Celta se queda por segundo año consecutivo a las puertas de la final de Copa. Si triunfo es su gente, que no dejó de animar incluso después de la derrota y que minutos después sigue entonando sus cánticos en el coliseo albiazul. Los jugadores, desolados, se acercaron a la grada para agradecer el apoyo, la fe y la confianza que le brindaron en esta edición de la competición del KO. Finaliza un sueño, pero arranca otro. Y lo hace dentro de siete días ante el Shakhtar Donetsk.

Ficha técnica:

Alavés: Pacheco, Kiko Femenía, Feddal, Laguardia, Theo Hernández; Marcos Llorente, Camarasa, Ibai Gómez (Vigaray, 87'), Manu García, Toquero (Edgar Méndez, 78') (Alexis, 93') y Deyverson.

Celta: Sergio Álvarez: Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia, Jonny; Radoja, Marcelo Díaz (Guidetti, 83'), Tucu Hernández; Wass (Rossi, 86')1qa, Bongonda (Pione Sisto, 73') y Aspas.

Gol: 1-0: Edgar Méndez (82')

Árbitro: Mateu Lahoz (comité valenciano). Mostró tarjeta amarilla a Feddal por parte del Alavés mientras que por parte del Celta vieron cartulina amarilla Aspas y Marcelo Díaz.