Con la mente despejada, los pies bien fijados sobre el suelo y todo su arsenal operativo, afronta esta noche el Celta su último escollo hacia la final de la Copa Rey en busca de un sueño. Recibe el cuadro de Eduardo Berizzo al Deportivo Alavés (Balaídos, 21.00 horas, Gol TV) en el primer asalto de la semifinal del torneo decidido a escalar el penúltimo peldaño hacia un título anhelado, que se la ha escurrido ya en tres ocasiones después de acariciarlo con la punta de los dedos.

El cuadro celeste llega al cruce con el Deportivo Alavés fortalecido por su impecable rendimiento en un mes de enero memorable (seis victorias, un empate y una sola derrota), especialmente brillante en la Copa, donde los celestes han sometido a rivales de tanto fuste como el Valencia o el Real Madrid.

El plan de acción de Berizzo no ha variado con respecto al desplegado frente a blancos y valencianistas. El técnico se propone que su equipo encare la eliminatoria siendo fiel a sus señas de identidad -presión alta sobre la salida de pelota rival, agresividad en la recuperación de la pelota y uso rápido e inteligente en la circulación del balón- pero sobre todo que maneje con criterio las circunstancias del cruce, con la idea de resolver el pase dentro de siete días en Mendizorroza.

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La negativa experiencia de la pasada temporada en el Sánchez Pizjuán, donde el Sevilla truncó el sueño de clasificarse para su cuarta final, ha sido un valioso aprendizaje para los hombres de Berizzo, que se han conjurado para aprender de los errores cometidos el pasado curso y se han impuesto la obligación de pensar en la eliminatoria como si se tratase de un partido de 180 minutos, como hicieron frente a blancos y valencianistas.

Sin embargo, a diferencia de las eliminatorias precedentes, los célticos disputan el encuentro de ida en Balaídos, lo que obliga a extremar las precauciones defensivas. Mantener la portería a cero será el primer objetivo, aunque no el único, pues el Alavés ya ha demostrado en Vigo que cuenta con recursos sobrados para darle un disgusto. Berizzo prevé, de hecho, un encuentro muy parecido al que los dos equipos disputaron en la Liga a comienzos de enero y en el que los celestes sufrieron mucho para doblegar al grupo de Pellegrino (1-0), a pesar de disputar casi todo el segundo tiempo en superioridad numérica.

La buena noticia es que el entrenador del Celta dispondrá prácticamente de todo su artillería para afrontar el choque y no va a dejarse nada en el armero. Al margen de los descartes técnicos -Berizzo dará a conocer hoy la convocatoria para el choque-, faltarán apenas a la cita Claudio Beauvue y Rubén Blanco, lesionados, y el danés Andrew Hjulsager, fichado el martes casi sobre el cierre del mercado.

La plena recuperación de Daniel Wass, ausente en el último compromiso liguero ante el Leganés debido a un esguince en el hombro derecho, permitirá a Berizzo desplegar su once de gala sobre el césped de Balaídos. Todo el pescado parece estar vendido. Sergio se situará baja el travesaño arropado por la defensa titular: Hugo Mallo y Jonny en las bandas y Cabral y Roncaglia en el eje de la línea.

Marcelo Díaz, Radoja y Pablo Hernández actuarán en el medio campo, mientras que Iago Aspas, en punta, Theo Bongonda en el costado izquierdo y Wass, arrimado al derecho, formarán el frente de ataque.

El Alavés, mientras tanto, afronta el cruce tan ilusionado como el Celta por el sueño de acceder a sus primera final de Copa y sin bajas de consideración. Animado por su último empate en el Calderón y tras un torneo copero inmaculado, donde ha dado cuenta del Nástic de Tarragona, el Deportivo de A Coruña y el Alcorcón, el equipo vasco también está decidido a hacer historia.

Y como Berizzo, Pellegrino desplegará en Balaídos sus mejores galas. Faltará apenas el portero titular, Fernando Pacheco, que en la Copa ha dejado paso a Adrián Ortolá. El resto serán previsiblemente los titulares habituales en la Liga: Femenía, Laguardia, Feddal y Theo Hernández en defensa; Llorente y Manu García en el doble pivote, Ibai, Camarase y Edgar en la línea de volantes, y Deyverson en punta.