Objetivo cumplido. El Celta se clasifica para los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League después de ganar en Atenas al Panathinaikos (0-2), con goles de Guidetti y de Orellana, en un partido que tuvo de cara desde el tercer minuto de juego y en el que se vio beneficiado antes de la media hora por el tanto del Ajax ante un Standard de Lieja que muy pronto dilapidó su privilegiada situación para continuar en la competición europea.

La jornada definitiva en el Grupo G de la UEL prometía muchas emociones para conocer quién acompañaría al Ajax en el sorteo del próximo lunes en la localidad suiza de Nyon: si Standard o Celta. "Noche de transistores" para no perderse detalles sobre los duelos de Atenas y de Lieja.

En el campo del Standard todo se complicó desde el principio por los incidentes en la grada que obligaron a retrasar el partido. Cuando el árbitro dio comienzo al duelo entre belgas y holandeses, el Celta ya se había adelantado en el marcador ante el Panathinaikos en uno de sus dos únicos lanzamientos entre los tres palos de la portería rival que realizó en todo el partido.

No necesitaron mucho más fútbol ofensivo los jugadores del conjunto vigués para superar a un rival que nada se jugaba en el envite, pues ya estaba eliminado de la competición europea. Además, su nuevo entrenador reservaba a algunos de sus mejores jugadores para esta cita intrascendente. Tiró de fondo de armario para comprobar el nivel de los que menos minutos habían disputado durante esta temporada. Dejó fuera del once titular a sus goleadores más reputados: el sueco Berg y el colombiano Ibarbo. Además, un organizador como Ledesma tampoco aparecía entre los elegidos.

El Celta, en cambio, salió con lo mejor para un compromiso a vida o muerte, salvo el sancionado Iago Aspas, su máximo goleador esta temporada y que le pelea a Cristiano Ronaldo y a Messi el pichichi de la mejor liga del mundo.

Guidetti fue el elegido por Berizzo como sustituto de Aspas y el sueco volvió a aprovechar la oportunidad para demostrar su poderío como rematador del área. La primera pelota que le llegó la embocó en la portería rival. Y cuando el Panathinaikos amenazaba con estropearle la fiesta a los célticos, provocó el penalti que Orellana transformó en el 0-2 definitivo.

Mientras tanto, desde Bélgica apenas llegaban noticias inquietantes para los intereses del Celta, por lo que el partido de los de Berizzo resultó más sosegado de lo esperado para conseguir un premio tan importante.

Se puso muy pronto de cara el partido para los célticos. A los tres minutos marcó Guidetti ante un Panathinaikos con muchos suplentes y sin gran parte de su ruidosa afición en las gradas del Apostolos Nikolaidis. Además, a los 26 minutos llegó una gran noticia desde Lieja: el Ajax se adelantaba ante un Standard al que la clasificación europea se le ponía muy cuesta arriba.

En menos de media hora, los célticos se encontraban en un escenario idílico para plantarse en el sorteo de los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League.

El partido en el Apostolos Nikolaidis comenzó alocado, pues el Panathinaikos estuvo a punto de adelantarse en el marcador en el segundo minuto de juego, cuando M'Poku centró desde la derecha hacia Rinaldi, que se coló entre Cabral y Roncaglia -pareja de centrales ayer- y el delantero del equipo griego remató flojo a las manos de Rubén Blanco. En la siguiente jugada llegó la internada de Mallo por la banda derecha.

El lateral de Marín, que reaparecía en Europa tras cumplir tres de los cuatro partidos de sanción en las competiciones españolas, ejecutó un centro medido a la cabeza de Guidetti, que le ganó la espalda a la pareja de centrales del conjunto heleno y descerrajó un remate por el centro que no pudo atajar el guardameta holandés Luke Steele.

El equipo de Berizzo se ponía por delante en el marcador sin apenas tiempo para agobiarse por buscar una victoria lo más amplia posible para asegurarse la clasificación si el Standard superaba por la mínima al Ajax.

El tanto del delantero sueco del Celta -suma tres goles en los últimos cinco partidos- le dio tranquilidad al conjunto gallego para controlar el partido sin agobios, aunque no faltó algún susto en las inmediaciones de la portería de Rubén Blanco por errores no forzados en el centro del campo celeste.

Sin el aliento de la temida afición helena, el Panathinaikos dejó pasar la primera mitad sin molestar al Celta, que se tomó con más tranquilidad de lo esperado el inicio de la segunda parte. Perdió el control del balón, después de alcanzar el 62 por ciento de posesión en la primera mitad, y permitió que el equipo griego rondase el área de Rubén Blanco, pero sin inquietar al portero celeste.

No encontraba el conjunto de Berizzo el temple para manejar la ventaja, para llevar el ritmo del partido. El técnico argentino resolvió el problema dando entrada a Marcelo Díaz, que puso la pausa necesaria para que los minutos se consumiesen sin sobresaltos, a la espera de encontrar otra oportunidad para sentenciar el duelo.

Se lo puso fácil el Panathinaikos, que amenazó con golpear duro pero se quedó en intentos y buenas intenciones, sobre todo de Wakaso, un futbolista con un paso extenso en España. Ibarbo apareció también en el partido, pero entonces el Celta mejoró en las labores de contención y buscó una acción ofensiva que le diese la tranquilidad definitiva, mientras de Lieja seguían llegando buenas noticias con la derrota del Standard.

Y como en el comienzo, Guidetti apareció de nuevo en el partido para controlar un balón en el área del Panathinaikos. Entonces, Moledo le puso un pie en la barbilla y el árbitro no dudó en señalar la pena máxima. Orellana anotaba el 0-2 desde los once metros.

Ni el tanto del empate del Standard inquietó al Celta en un final de partido que le reservaba un gran premio: el segundo puesto en el Grupo G, que mete al equipo vigués en los dieciseisavos de final de la UEFA Europa League.