El sueño europeo sigue intacto. El EuroCelta ha sobrevivido a Atenas, una ciudad épica, escenario de multitud de gestas. La capital helena también es el lugar en el que destacan los héroes. El equipo vigués, que desembarcaba en el Apostolos Nikolaidis con la baja de Aspas, pronto encontró un nuevo referente. Guidetti fue el elegido. No sólo para suplir al moañés, sino para ejercer de líder de un conjunto que necesitaba ganar para tener opciones reales de estar en el bombo de los dieciseisavos de final de la Europa League.

Guidetti recogió el guante del preparador argentino. Asumió la responsabilidad. Contra el Standard de Lieja su remate se topó con la madera, frente al Panathinaikos su cabezazo fue un puñetazo sobre la mesa, un zarpazo decisivo en las posibilidades de un Celta y un celtismo que poseen una fe inquebrantable. El conjunto vigués fue de más a menos. Antes del gol del sueco, Rubén Blanco dejó su firma. Su intervención evitó el tanto inicial de Rinaldi. Todo quedaba en un susto. Los helenos mostraban su rapidez a la contra frente a un EuroCelta desacertado en la elaboración y demasiado vertiginoso, acelerado en los metros finales. De hecho, en el primer acto el hombre más peligroso de los visitantes no fue ni Orellana ni Bongonda. Hugo Mallo, el otro líder de este equipo, se convirtió en el mejor socio de un John Guidetti que acumula méritos y razones para ser el ídolo de la afición celeste.

El Celta también ganaba su "otro partido". El Ajax se adelantaba en un encuentro frenético, emocionante, ante un Standard de Lieja que cedía la posesión a los ´ajacied´ para sorprender a la contra. Sin embargo, Orlando Sá no tenía su día. El conjunto vigués seguía a lo suyo. Cumplía su parte. Se mantenía sólido atrás. Resistía ante el acoso de un Panathinaikos que dominó durante los primeros veinte minutos del segundo acto. El equipo vigués encarriló el pase en otra jugada afortunada de Guidetti. El sueco provocaba un claro penalti, un error del cuadro local que sería transformado por Orellana. ´El Poeta´, que estrenaba titularidad después de su lesión, también asumía responsabilidades.

El Standard de Lieja empataba. Hubo suspense en los últimos minutos de partido. En Bélgica el encuentro era una locura. Choque de ida y vuelta. Se alternaban las ocasiones. El Celta, por su parte, seguía controlando el juego. La entrada de Marcelo Díaz permitía defender con la posesión de balón ante un Panathinaikos que apenas inquietó a Rubén Blanco durante el segundo período. Al final, el empate en tierras belgas y el triunfo cosechado en Atenas permiten al cuadro celeste seguir soñando con el Viejo Continente. El lunes, nuevo rival. El EuroCelta y el celtismo, listos para un nuevo desafío.

Ficha técnica:

Panathinaikos: Steele; Mesto, Moledo, Ivanov, Chouchoumis; Zeca, Lod, Mpoku, Wakaso; Villafáñez (Leto, 69´) y Rinaldi (Ibarbo, 59´).

Celta: Rubén Blanco; Hugo Mallo, Cabral, Roncaglia; Radoja, Tucu Hernández, Wass (Marcelo Díaz, 62´); Bongonda, Orellana (Pione Sisto, 81´) y Guidetti (Sergi Gómez, 89´).

Goles: 0-1: Guidetti (3´); 0-2: Orellana (penalti) (75´).

Árbitro: Andris Treimanis (letón).