Los futbolistas que cada semana entrenan y disputan sus partidos en el campo de fútbol de Ponte Sampaio, en Pontevedra, están siendo víctimas de sus propias instalaciones.

Frío, lluvia, suciedad, malos olores e instalaciones casi en riesgo de derrumbe son los factores que hacen que los miembros del AXD Verdugo prefieran jugar sus encuentros en campo visitante para sentirse cómodos cada vez que deben ir a los vestuarios.

Así es como el club, por boca de uno de sus entrenadores de categorías inferiores, ha iniciado una campaña de denuncia a través de redes sociales para dar a conocer las condiciones a las que se enfrentan sus jóvenes futbolistas de siete años. Iago Treus es el técnico del conjunto pontevedrés que ha puesto la voz en grito, afirmando incluso que sus pupilos prefieren acudir a realizar sus necesidades al río próximo a la instalación deportiva debido al fuerte olor y las malas condiciones en las que se encuentra los urinarios del vestuario a los que dice es "imposible entrar sin katiuskas".

Treus denuncia también grietas en las paredes, tuberías al aire y agujeros en la cubierta, por donde entra "frío, lluvia, hojas del otoño, ratas y hasta culebras", denuncia. La situación se agrava por lo tanto en invierno y es especialmente padecida por los equipos con los niños más jóvenes.

La demanda por llevar a cabo una reforma en las instalaciones deportivas de Ponte Sampaio viene de años atrás. En anteriores ocasiones el concello de Pontevedra, según relata Treus, remite al club a Costas como solución a su problema y escudándose en incompatibilidades políticas entre los gobiernos de la Xunta y de la administración local.

En los últimos días el entrenador del Verdugo dirigió su queja formalmente a esta área de la Xunta de Galicia, quien les facilitó un escrito conforme ya hay autorizada una obra en sus instalaciones desde el pasado 15 de marzo, unas mejoras que por el momento nunca se han llevado a cabo.