Un punto sumó el Celta en su visita a la UD Las Palmas, en un partido de locura, vibrante, sin tregua, donde los de Berizzo hicieron tres goles en los primeros veinte minutos y se dejaron empatar en el mismo tramo del segundo tiempo, tras un penalti en contra y la rigurosa expulsión de Sergi Gómez en la misma jugada. Sin embargo, dos remates a los palos de la portería del equipo canario impidieron que los célticos se llevasen la victoria, a pesar de un nuevo doblete de un genial Aspas. En esta ocasión, Quique Setién, técnico de Las Palmas, no necesitará quejarse del árbitro. Melero López le devolvió ayer parte del escarnio que su equipo sufrió en Villarreal, a costa del Celta

El bielsismo ha llegado al equipo de Berizzo para quedarse. El Loco Bielsa no concibe el fútbol como un juego anodino, sin emoción. Y ese es el plan que sigue su discípulo Berizzo con un Celta que no deja indiferente a nadie.

Ante la UD Las Palmas era de esperar otro duelo intenso entre dos equipos que profesan la misma idea de juego, como el vivido hace quince días ante el Villarreal. Entonces, los célticos arruinaron el partido en la primera mitad y se fueron al descanso con un 3-0 en contra.

Ayer, cambiaron las tornas y los de Berizzo repitieron el mismo guion que ante el Barcelona. Incluso mejoraron aquel registro porque a los veinte minutos ya ganaban por tres goles ante el asombro del equipo rival. Pero un error de Sergio Álvarez permitió el primer tanto de los amarillos en el minuto 52. El árbitro allanó el camino de los locales quince minutos después con un penalti en un forcejeo entre Sergi Gómez y Livaja en el que el céltico incluso fue objeto de falta. Pero Melero López interpretó al revés la jugada, señaló penalti y la expulsión del zaguero catalán. Las quejas de Setién habían tenido efecto en el estamento arbitral una semana después. Viera acortó distancias de penalti. Y dos minutos tardó Boateng en marcar el tercero para la UD Las Palmas, que igualaba un partido que se le había puesto casi imposible antes del descanso y que pudo quedar sentenciado en el segundo tiempo en una jugada de Aspas que finalizó Hernández con un disparo demasiado ajustado que se fue al palo cuando el portero rival ya estaba vencido.

Cuando el marcador señalaba el 1-3, la fortuna no acompañó esta vez a los célticos, como sí lo había hecho ante el Barcelona, otro ejemplo de los partidos de locura que viene protagonizando el Celta. Tampoco entró el remate de Marcelo Díaz al límite del minuto noventa tras otra aparición estelar de Aspas. La pelota se marchó al larguero y evitó que los celestes se llevasen un triunfo de locura.

Este Celta rompe tópicos. Basa su fútbol en la posesión del balón, pero sin él también sabe sacar partidos adelante. Con un Aspas que se ha convertido en el máximo goleador español de la Liga, que le discute el pichichi a Messi y a Luis Suárez y que reclama a gritos una oportunidad en la selección, el conjunto vigués dio ayer otra lección de fútbol de contención y contraataque. Porque esa fue la opción que le permitió un Las Palmas que va camino de convertirse en la revelación de la temporada con su fútbol de alta escuela. Tal fue el dominio de la pelota de los de Setién que rebasarib el 70 por ciento de posesión ante un Celta que se cerró bien atrás y buscó la velocidad de Aspas, Sisto y Orellana para dar golpes mortales.

Y lo consiguió en su primera aproximación al área rival con un despeje que llegó a Aspas, que provocó una falta a veinte metros de la portería canaria. Wass lanzó raso y con fuerza por el centro de la portería. Gol del Celta a los cinco minutos de partido. A los catorce, segunda contra de los celestes. Pione se inventa un maravilloso pase al hueco para Aspas, que aparece escorado a la izquierda y aprovecha la mala salida del portero para anotar el segundo del Celta, que en el tercer ataque también encontró premio. Esta vez fue Orellana quien dio un pase milimétrico a Aspas, que en carrera remató para festejar su segundo doblete consecutivo y su sexto gol en la Liga.

Mejor imposible para el equipo de Berizzo, que sin embargo comenzó a sufrir el escarnio del colegiado con tarjetas amarillas a cada falta que cometía. Sin embargo, Orellana se marchó lesionado en un tobillo a la media hora de juego. Entró Marcelo Díaz. Un esguince sufre el chileno. El Celta perderá además para elpróximo partido a Sergi por expulsión y a Mallo por completar ciclo de tarjetas.

Con 0-3 a favor, Berizzo buscaba el control de un partido que tenía como dueño a la UD Las Palmas, que, sin embargo, apenas inquietaba a Sergio Álvarez.

El portero, que estaba realizando una excelente actuación, midió mal una salida tras una falta de los canarios. Pedro Bigas marcó con un remate de cabeza. Los de Quique Setién, con un público entregado, se metían de lleno en el partido. El Celta, en cambio, controlaba sus acometidas y se preparaba para sentenciar el duelo en otra contra. Aspas se desesperó ante los fueras de juego que le señalaron cuando corría hacia la portería.

Entonces llegó la jugada polémica. Un forcejeo entre Sergi Gómez y Livaja que Melero López interpretó como falta dentro del área del céltico, al que había amonestado con tarjeta en su primera falta. Así, Viera anotaba de penalti el segundo de su equipo y la UD Las Palmas soñaba con la remontada, que llegó dos minutos después con un remate a bocajarro de Boateng.

El Celta, pese a su inferioridad numérica, se lanzó al ataque y estuvo a punto de llevarse la victoria. Al final sumó un punto de locura en un campo donde nunca ha ganado y en una ciudad que le es esquiva en Primera desde 2001.