El alemán Nico Rosberg (Mercedes) cumplió ayer en la sesión de clasificación del Gran Premio de Bélgica al hacerse con la "pole" ante la "ausencia" de su compañero de escudería, el británico Lewis Hamilton, en un sábado en el que volvió a deslumbrar el holandés Max Vertappen (Red Bull).
Las numerosas sanciones acumuladas por Hamilton por los cambios realizados en su monoplaza le relegaron a la penúltima plaza de la parrilla, por lo que el británico se limitó a marcar un tiempo dentro del 107 por ciento en la Q1 y ahí se acabó su participación en la jornada.
Ante la ausencia del líder sólido del Mundial, Rosberg debía hacer valer el rendimiento del mejor coche de la parrilla sin la presencia de su máximo rival, pero sin olvidar a los Red Bull y a los Ferrari en la rápida pista de Spa-Francorchamps.
Así, la carrera de hoy podría ser decisiva para el futuro de Rosberg en el Mundial -a 19 puntos de su compañero-, pues un nuevo error alejaría notablemente cualquier posibilidad de pelear por el título por lo que se está obligado a aprovechar su privilegiada posición de salida y la situación de Hamilton.
Pero la clasificación tuvo al joven Verstappen de nuevo como actor destacado, ya que se hizo con la segunda posición de la parrilla en dura pugna con otro de los nombres destacados de la jornada, el finlandés de Ferrari Kimi Raikkonen.
Ambos protagonizaron un bonito duelo por acompañar a Rosberg en la primera fila de salida que se decantó finalmente del lado del holandés por tan sólo 17 milésimas al hacer gala de una inusitada templanza pese a corta edad.
Por contra, el alemán Sebastian Vettel -cuarto- volvió a evidenciar que no está cómodo con la situación de Ferrari y además de verse superado por su compañero se le vio protestón tanto en los entrenamientos libres como en la clasificación
Asimismo, la escudería McLaren Honda vivió una jornada agridulce, pues si el monoplaza de Jenson Button logró meterse en la Q3 y finalizar noveno, la unidad de Fernando Alonso ratificó los problemas que ha sufrido desde el viernes con un nuevo problema que apenas le dejó avanzar 200 metros en la Q1 antes de retirarse.
El problema sufrido por Alonso, que se detectó en la última vuelta de los entrenamientos libres 3 y que trató de ser subsanado sin éxito antes de la sesión de clasificación, podrían motivar que el equipo optase por un nuevo cambio de motor en su monoplaza.
Alonso partirá desde la última posición en la carrera belga, ya que, al margen de no poder acumular tiempo en la sesión de clasificación, acumulaba distintas sanciones por los cambios realizados en las distintas partes de su monoplaza que lo habían relegado a la cola de la parrilla, unas sanciones que el asturiano todavía cree que se repetirán esta temporada.
