Movimientos propios y desgracias ajenas alimentan la esperanza del Academia Octavio en su desesperada lucha por la permanencia. La retirada del Balonmano Aragón de la competición en Asobal tiene un efecto en cadena que reduce de tres a dos los descensos en División de Honor Plata. La zona de permanencia pasa a estar igualmente de tres a dos puntos de distancia, con seis jornadas por disputarse. En estos partidos el equipo académico tendrá la ayuda de Guillermo Herrero, un primera línea que llega cedido hasta final de temporada por el Go Fit Sinfín.

La asamblea de socios del Aragón decidió el lunes retirar al primer equipo de la máxima competición nacional de forma inmediata. Hoy ya no se jugará el partido previsto entre los zaragozanos y precisamente los santanderinos del Sinfín. El club maño paga los dispendios de la época de lujo, cuando sustituyó a Valladolid y León como rival molesto de Barça y Ciudad Real. Nombres, salvo el azulgrana, en los que se refleja cómo la crisis se ha cebado con el balonmano: todos desaparecidos, refundados o venidos a menos.

Es una mala noticia, pero que tiene efectos positivos para dos equipos gallegos. En Asobal, aunque el Aragón era colista y ya estaba condenado a descender, la anulación de sus resultados beneficia al Teucro, penúltimo. El equipo de Quique Domínguez estaba a tres puntos de sus predecesores y ahora se queda a uno.

Como el Aragón tampoco ocupará plaza la próxima temporada en División de Honor Plata, los descensos en esta categoría sólo afectarán a los dos últimos, que son en la 24ª jornada los dos representantes gallegos: Cisne (12 puntos) y Octavio (10). El Amenabar (12) se hubiera salvado hipotéticamente a día de hoy y es el que marca la frontera de la salvación, que antes fijaba el Nava (13).

Las cuentas se modifican. Pocos analistas creían que 18 puntos serían suficientes para seguir en Honor Plata. Y sí parecen suficientes en este nuevo escenario. -La Roca suma 15, pero con un calendario terrible-. Al Octavio se le traduce en la necesidad de ganar sus tres partidos en casa (Barcelona B, Antequera y Cisne) y alguno fuera, quizás en Alcobendas, en la clausura del campeonato.

En ningún boceto académico figura ganar el próximo sábado en Irún, donde reanudan la liga tras las semanas de parón. El Bidasoa es segundo, pelea por el ascenso directo y posee la plantilla más completa. El entrenador rojillo, Jabato, se marca como objetivo "volver con buenas sensaciones". En este partido, si se solventan los trámites burocráticos, debutará Guillermo Herrero, que ayer realizó su primer entrenamiento con el equipo, una sesión de pesas en la que Jabato pudo comprobar que "llega bien físicamente".

Herrero (Santoña, 1994) pertenece al Sinfín. Llegó pronto al primer equipo, pero una lesión cortó su progresión. Una vez recuperado se encontró sin sitio en la plantilla. En la temporada 2014-2015 estuvo cedido en el Santoña, en Primera Nacional, donde exhibió su facilidad anotadora, y en la actual había pasado al Vallebuena, donde no ha acabado en buenos términos con el cuerpo técnico. Un amigo de Jabato, que conocía al jugador, le avisó de la posibilidad de contratarlo. "Es un primera línea del estilo de Rubén Figueirido, más hecho por cuestión de edad", describe. "Nos va a aportar en la faceta ofensiva. Será una alternativa más a manejar".

El plazo de inscripción de fichajes nacionales sigue abierto hasta el próximo día 22. La retirada del Aragón pone a toda su plantilla en el mercado. Pero no parece viable que ninguno de ellos refuerce al Octavio o a los demás inquilinos de la zona baja de Honor Plata. Jabato no modifica su discurso pese a la reducción de las plazas de descenso: "No tenemos que plantearnos nada sino mantener la dinámica de las últimas jornadas y centrarnos en el próximo partido. No pensamos en hasta dónde podemos llegar, sino en ir poco a poco y después veremos dónde estamos. Nos tenemos que dejar todo en la pista".