El Mecalia Guardés cedió el primer punto de la temporada en su fortín de A Sangriña, donde se sentía intocable y donde esta temporada han doblado la rodilla los equipos que están peleando por conseguir el título. El Clínicas Rincón malagueño, un equipo situado en la zona baja de la tabla, se aprovechó de las dudas del equipo de Manu Etayo que posiblemente ha pagado la dura temporada que están viviendo y también el hecho de que la próxima semana afrontan posiblemene su principal compromiso de la temporada, la fase final de la Copa de la Reina que se disputa en Porriño y en la que tienen depositadas tantas esperanzas.

El Guardés se trabó en un partido que en teoría no debería ofrecer las complicaciones que se encontraron ante las malagueñas, un equipo que supo explotar la velocidad ante las gallegas. Siempre dominaron en el marcador, pero en el segundo tiempo dejaron escapar la ventaja que tenían y entraron en una fase del partido igualada y en la que ya no fueron capaces de dar la estocada definitiva a las andaluzas.

En el primer tiempo el equipo de Etayo se sostuvo por delante en el marcador hasta alcanzar el descanso con una ventaja de cuatro goles (13-9) que parecía decantar una contienda marcada por la intensidad de las defensas y las complicaciones que las guardesas tenían para darle ritmo a la contienda. Pero parecía a salvo el choque. En el segundo tiempo todo se complicó. Las malagueñas comenzaron a reducir distancias de un modo progresivo hasta igualar el partido 19-19 cuando quedaba un cuarto de hora por delante. Habían controlado a las lanzadoras del Guardés (agarradas sobre todo al brazo de Naiara, que reaparecía) y explotado el juego de sus extremos. A partir de ahí el partido se movió en cortas distancias y el Guardés llegó a ponerse 24-22 en los últimos diez minutos, pero no tuvo la capacidad de sujetar los puntos y por primera vez voló un punto esta temporada de A Sangriña.