Lucas Pérez se ha convertido en uno de los futbolistas más peligrosos de Galicia. Mientras que la mitad de los gallegos siguen creyendo que es un emblema de la esperanza, la otra mitad lo consideran una amenaza. Entre ellos está Iago Aspas. Para el delantero del Celta, la progresión de Lucas se ha convertido en un riesgo y no puede dejarlo permanecer fuera de control. Por eso, ante el temor del desastre que pueda causar el coruñés en el derbi gallego, se ha enfundado el uniforme y se ha pintado con los colores de guerra celestes para poner a raya al goleador del Dépor. El genio de Moaña contra el hijo pródigo de A Coruña. La venganza después de haber perdido el primer derbi en Riazor es el motivo que dirigirá los pasos de Aspas, mientras que la rabia por haber caído en desgracia tras un gran arranque de Liga impulsará a Lucas. Ya nada ni nadie puede disuadirlos de librar este sábado en Balaídos una batalla en la que estará en juego, una vez más, la hegemonía del fútbol gallego.

Esta sinopsis tan peliculera y basada en el argumento del film "Batman v. Superman: El amanecer de la Justicia" no es más que una manera divertida de representar la rivalidad que existe entre dos de los jugadores más excepcionales que ha dado Galicia en la última década. Cada uno, a su manera, es un superhéroe para su afición. Iago Aspas es el genio de Moaña. No lleva máscara ni capa, no tiene innumerables gadgets en su cinturón ni un batmóvil, pero es el nueve del Celta, atesora magia en sus botas y conduce un Maserati. Tampoco es el justiciero de Gotham, no se enfrenta a villanos ni su alter ego es Bruce Wayne, pero salvó al Celta de desaparecer en una tarde en la que marcó dos goles contra el Alavés, fue el máximo anotador celeste en el regreso a Primera y tras dos años lejos de su casa ha regresado para volver a inscribir el nombre de su equipo en Europa.

En el otro bando está Lucas Pérez, que tampoco viste con capa, no tiene superpoderes ni puede volar, pero luce con orgullo el siete del Dépor, tiene una conexión casi telepática con el gol y hace subir hasta las nubes a Riazor. Él no vive en Metrópolis ni es el último hijo de Krypton, pero sí que ha regresado a su ciudad natal hecho un hombre después de un dura juventud lejos de su casa. Tras madurar entre Madrid, Ucrania y Grecia, ha vuelto para empuñar la bandera del deportivismo en un club necesitado de un nuevo héroe. Entre sus hazañas se cuentan muchos de sus goles. Entre ellos, alguno milagroso como el que anotó el año pasado en el Camp Nou para evitar el descenso del Dépor en la última jornada o los quince que lleva este curso, en el que ha conseguido igualar el récord de Bebeto al marcar durante siete jornadas seguidas.

Pero al igual que sucede en la superproducción cinematográfica, en la que la rivalidad inicial entre Batman y Superman desemboca en una alianza para combatir el mal y el inicio de la Liga de la Justicia a la que se sumarán Wonder Woman, Flash o Aquaman entre otros (perdón por los 'spoilers'); el enfrentamiento entre los iconos celtista y deportivista responde a un bien mayor: el porvenir del fútbol de su tierra. Aspas y Lucas, que en Balaídos serán rivales, podrán defender el honor de Galicia con la camiseta de la selección gallega. O quien sabe, si siguen así quizá algún día reciban la llamada de 'La Roja'.