Nolito y Aspas, goleadores en la contundente victoria ante el FC Barcelona // R. GROBAS

La cofradía del 4%, las noches mágicas europeas, los dos goles de Aspas ante el Alavés o la goleada al FC Barcelona de hace sólo cinco meses. Son precedentes, razones a las que se aferra el celtismo para creer que a partir de las 20:30 horas algo mágico puede suceder en el estadio de Balaídos. Berizzo ha dado la receta. Aboga por mantener el estilo, una idea futbolística que convierte el partido en una ruleta rusa. En ese encuentro frenético, "vertiginoso" como él espera, reside la ilusión del celtismo y la hazaña que se propone a esta hora el Celta.

La fe de la afición es inquebrantable. En la época de Berizzo hay dos citas que invitan a la ilusión: La goleada al FC Barcelona y la reciente eliminación al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Sin embargo, la historia del club vigués hay diferentes gestas que invitan al optimismo. La última gran noche del celtismo se produjo hace casi tres años. Natxo Insa aprovechaba una asistencia magistral de Iago Aspas para firmar una milagrosa salvación. Fue el éxito de la cofradía del 4%. Ese porcentaje eran las probabilidades de permanencia que tenía el cuadro celeste cuando restaban dos jornadas para concluir la competición.

Otra tarde que quedará para la historia se produjo en 2009. Era el nacimiento de un nuevo ídolo en Balaídos. Iago Aspas anotaba sus dos primeros goles como céltico en su bautizo en el coliseo vigués. Aquel Celta tocó fondo. Logró salvarse en Segunda División e inició un camino que le ha llevado a estar, a día de hoy, en el ´top ten´ del fútbol español.

El celtismo hacía sus planes de cara al Puente de la Constitución. Sin embargo, paladeaba la que parecía que sería la última noche de Champions League de su Celta. El equipo que dirigía Miguel Ángel Lotina jugaba ante el potente Milan en San Siro. Los célticos, que estaban encuadrados en el llamado "grupo de la muerte", asaltaron el feudo italiano y lograron apear a un Ajax en el que jugaban Van der Vaart, Zlatan Ibrahimovic o Wesley Snejder. Jesuli y José Ignacio fueron los encargados en firmar la hazaña.

La UEFA deparó grandes noches en Balaídos. Una de las más recordadas fue la goleada ante la Junvetus de Turín. El Celta remontaba el uno a cero marcado por Kovacevic en Delle Alpi. Revivo era tajante al término del encuentro en Vigo: "Fueron de chulos y les metimos cuatro". El equipo vigués cuajaba un encuentro como el que busca Berizzo ante el Sevilla. Fue un duelo frenético en el que Makelele ya había igualado la eliminatoria en los primeros segundos de partido. Birindelli, en propia puerta, y Benni, en dos ocasiones, culminaron una noche inolvidable para el celtismo en el que el estilo de juego del Celta enamoró a Europa. Los de Víctor Fernández fueron una apisonadora ante una Juventus que comandaba Ancelotti y en la que jugaban, entre otros, Zinedine Zidane, Del Piero, Zambrotta y Tacchinardi.