Los suplentes del Celta cumplieron con el trámite en un desangelado e insustancial encuentro frente al voluntarioso Cádiz, que apenas ofreció resistencia 35 minutos, hasta que Guidetti adelantó de penalti a los celestes en la primera acción de verdadero peligro del conjunto de Berizzo, que volvió a evidenciar una inquietante diferencia entre los titulares y los inquilinos del banquillo. El pase a cuartos fue la mejor noticia a un partido de muy escaso interés en el que volvió a haber minutos para los futbolistas de la casa.
tres canteran0s
Con pie y medio en cuartos de final, Berizzo dio descanso a buena parte de los pesos pesados del vestuario y apostó por un once con tres canteranos y solo dos teóricos titulares: Sergi Gómez y Radoja.El catalán ejerció como jefe de una defensa muy parecida a la que se enfrentó al Almería, con Pape como lateral derecho, Planas arrimado al costado izquierdo y Alende en el eje de la línea formando pareja con el central barcelonés. Borja Fernández acompañó a Radoja en el doble pivote precediendo a los cuatro atacantes: Señé y Drazic en banda, Madinda de enganche y el bigoleador del Carranza, John Guidetti, en punta. No fue menos el Cádiz, que reservó a la mayoría de sus titulares para la Liga y desplegó un once cargado de suplentes con el excéltico Jandro, fichado por los andaluces en este mercado de invierno, como director de orquesta.
Con este inusual "traje", le costó al Celta meterse en el partido que el rival jugó con la tranquilidad del que nada tiene que perder y sacó provecho de las descoordinación y las imprecisiones de los celestes, a los que faltó pausa y temple para manejar la situación y concedieron al rival demasiado terreno para armar su ataque. Román y Quintana pusieron a prueba los reflejos de Rubén.
Le costó al Celta ser protagonista. Abusó del pelotazo en largo, elaboró a trompicones, sin fluidez y tuvo dificultades para conectar con Guidetti, que buscó el desmarque continuamente hasta encontrar una jugada ganadora.
guidetti abre la lata
El artillero sueco ha reclamado en la Copa el protagonismo que le está faltando en la Liga. Ayer apareció cuando pintaban bastos para forzar con habilidad un penalti tras una buena acción de contragolpe iniciada por Madinda y prolongada por Señé, que filtró al sueco un pase de gol. El propio Guidetti ejecutó con frialdad la pena, sin opciones para el portero, y puso un punto de calma al partido. Aunque perdonó otro en una doble ocasión que acabó con el balón repelido por el larguero y dilapidó luego otro balón de gol, hay que reconocerle al sueco, que suma ya cuatro goles entre Liga y Copa, una interesante ratio goleadora.
radoja gana ritmo
Una de las mejores noticias del choque fue el solvente desempeño de Radoja, ahora mismo la mejor alternativa con la que cuenta Berizzo para cubrir el gran vacío dejado por Augusto. Aunque necesita ganar ritmo de competición por la inactividad de las últimas lesiones el serbio va ganando prestancia con el paso de los minutos y se percibe además un esfuerzo por dar un paso al frente en la construcción del juego. El Celta lo va a necesitar en plena forma en los próximos compromisos.
debuta borja iglesias
Con el partido encarrilado, Berizzo hizo debutar en la Copa -ya había jugado algunos minutos la pasada temporada en Primera en el Sánchez Pizjuán- al delantero del filial Borja Domínguez, que empezó en banda derecha. Madinda retrasó su posición el medio campo acompañando primero a Radoja y, más tarde, al Tucu Hernández. Desde este momento los celestes gobernaron con autoridad el partido.
Tras la entrada de Jonny por Guidetti, Iglesias fue la referencia de punta. Buscó el desmarque, trató de asociarse y protagonizó alguna acción de mérito, aunque fue Drazic (bastante insustancial durante muchos minutos) el que sentenció el choque con un sutil lanzamiento tras recibir un gran servicio de Señé.
