No importa qué sino cómo, cuándo y a quién. Pau Gasol protagoniza la jornada inaugural de la NBA. Y por una sola acción, que compensa uno de las peores actuaciones individuales que se le recuerdan al catalán. Su tapón a LeBron James lidera el listado elaborado por la propia liga con las diez jugadas más espectaculares de la noche. Supera, entre otras, a tres de las canastas de Stephen Curry, que aplastó a los Pelicans con sus 40 puntos. Frenar al Rey tiene premio: perpetuarse en la memoria, como aquel gorro de Shawn Kemp sobre Michael Jordan.

Fue con 97-95 en el marcador a favor de los Bulls. Con Obama a pie de pista en el United Center. Lebron reclamó la bola decisiva, como le corresponde, para forzar la prórroga. Recibió en el perímetro a ocho segundos del final, su poderoso primer paso dejó a Butler enganchado en el bloqueo de Thompson y encaró a Gasol, que lo aguardaba en la línea de tiro libre. Ligero amago de parada y cambio de ritmo para entrar por la derecha. Una penetración imparable. Gasol, sin embargo, aguantó bien. No cayó en el señuelo. Le negó con el cuerpo la proximidad del aro. Y elevó su brazo interminable hacia el cielo. Lebron, forzado, intentó protegerse con la zurda. No pudo impedir que el zarpazo del pívot local impactase sobre el balón, impulsado hacia la línea de fondo. Una imagen poderosa: Gasol gritando con furia, con Lebron arrodillado a sus pies. Aún faltaban tres segundos, pero Butler interceptó el pase de Williams a Lebron en la última jugada.

Es apenas el primer triunfo, pero de prestigio. Cavaliers y Bulls son los principales favoritos tanto en la División Central como en la Conferencia Este. Y ni siquiera a los de Chicago se les conceden excesivas opciones. Los Cavs son la franquicia que más se gasta en sueldos. Han rodeado a Lebron de lo necesario para conquistar ese anhelado anillo. Y los Bulls son de físico frágil. Rose jugó bien, aunque protegiendo con una máscara su fracturado rostro. Noah se retiró por un golpe en la rodilla. Gibson anda renqueante. Así que tiene valor el paso adelante de los jóvenes Mirotic (19), Snell (11), Moore (11) y McDermott (8). Fred Hoiberg necesita resultados que avalen el giro ofensivo que pretende imprimir a esa escuadra rocosa que modeló Tom Thibodeau. "Nos ha preparado muy bien, solo tenemos buenas palabras para el entrenador", declaró Mirotic. "Me gusta mucho su ataque, estilo, relación con el jugador y este año todo esto va a ser un plus".

Los Bulls tuvieron además que sobreponerse a la mediocre aportación ofensiva de Pau, con números inauditos: dos puntos (1/7 en tiros) y cero asistencias, los peores registros de su carrera. "No entré muy bien en el ritmo", reconoció el español a la prensa estadounidense, consolándose: "Al final creo que he hecho un trabajo importante para ayudar al equipo a ganar, que es lo que cuenta".

Quizás Gasol todavía se sienta algo descolocado en los nuevos sistemas. "Es un ataque con mucha libertad. Jugamos más en transición. Pero todavía tenemos que saber cuándo parar al tener esa libertad. Creo que irá bien al grupo y el jugador se sentirá cómodo al ser más rápido", afirma el catalán.

Late la duda de si esa mayor velocidad en el juego de los Bulls favorecerá a un Pau Gasol de 35 años. El pívot mostró una versión muy dinámica con la selección en el Eurobasket. Un torneo corto. La temporada regular de la NBA, con sus 82 partidos, presenta otro tipo de exigencias. Pau se sentía cómodo dentro del masticado estilo de Thibodeau. Bajo su batuta promedió 18,5 puntos, su mejor rendimiento desde la temporada 2010-2011. Pau llegó a ser el pívot que mejor corría la cancha. Por pura biología, ahora le cuesta. A la carrera, ni siquiera llega tanto al rebote. Ante los Cavs capturó dos. Con Thibodeau promediaba 11,8, su récord.

No todo fue negativo en la hoja de servicios de Gasol. La acción sobre Lebron culminó un gran partido en esa faceta. "Estuve lejos de mis números pero en tapones muy por encima", reclama. Puso seis. En eso sí prolonga la dinámica iniciada la pasada temporada, cuando firmaba 1,9 tapones por partido (marca personal desde los 2,1 de la campaña 2006-2007). El jugador atribuía su progresión en tapones y rebotes al buen estado de sus rodillas, regeneradas con tratamientos novedosos, como plasma con factores de crecimiento e implantación de células madre.

Tal vez todo sea puntual, esas rarezas de los debuts. Pau sabe dosificarse. Administrará sus energías para ofrecer su mejor versión cuando resulte necesario. Con todo, posee la generosidad suficiente para ejercer de especialista en tareas menores si es necesario, una vía interesante si desea estirar su carrera. De momento un simple aleteo de su brazo le permite mantenerse en el centro del escenario.