La Serie A italiana es una competición de rachas. El nombre del equipo de moda cambia cada pocas semanas en un torneo marcado por la irregularidad de todos los equipos llamados a pelear en la parte alta excepto la Juventus. Mientras sus perseguidores van a rachas, la Juve va como un tiro, haciendo a veces lo justo para ganar. El sábado, contra la Sampdoria, consiguió sellar su cuarto título liguero consecutivo pese a jugar con varios suplentes en el equipo.

Pero en estos momentos el equipo de moda es la Lazio. El conjunto romano pelea con su gran rival ciudadano y, contra todo pronóstico, lucha por la segunda plaza en la tabla clasificatoria. En estos momentos está a un punto de la Roma y supera al Nápoles, entre otros, en la lucha por ese segundo puesto que permite la clasificación directa para la fase de grupos de la próxima Champions League. No entraba la Lazio en las quinielas, pero está dando la sorpresa con un grupo de jugadores liderados por el veteranísimo Klose en punta y en el que destacan jugadores marcados por la irregularidad durante toda su trayectoria, como el talentoso mediapunta o extremo izquierdo Felipe Anderson.

Una goleada por 4-0 frente al desahuciado pero digno Parma y el empate de ayer ante el Atalanta ponen a la Lazio en una posición de privilegio para competir en el máximo torneo continental. Con 64 goles a favor, los biancocelesti son, junto a la Juventus, el equipo más goleador del Calcio. Cuando se desatan, sus atacantes son mortales para los rivales y gracias a ellos están superando a una Roma que sin embargo muestra una mayor seriedad defensiva. El entrenador, Stefano Pioli, alterna el 4-3-3 con el 4-2-3-1, en un equipo en el que el peso de los atacantes de banda es importante a la hora de generar peligro.

El veterano portero Federico Marchetti es un fijo bajo los tres palos. En defensa los laterales titulares son el serbio Dusan Basta por la derecha y el rumano Stefan Radu por el flanco izquierdo. Ambos destacan más por su capacidad defensiva y para mantener la posición que por sus subidas por banda para contribuir con el efecto sorpresa al ataque lacial. El holandés Stefan de Vrij, uno de los zagueros más destacados de la última Copa del Mundo, es un fijo en el centro de la defensa si está en plenas condiciones. Su concentración y su capacidad para interceptar balones le convierten quizá en el mejor defensa biancoceleste. Su acompañante no es seguro siempre y entre los centrales que entran en los planes de Pioli están el brasileño Mauricio, el albanés Lorik Cana o, en menor medida, el francés Ciani o el argentino Diego Novaretti.

En la medular empieza el punto fuerte de la Lazio. Jugadores con mucho gol y con una gran visión para asistir a Klose son los que pueblan esta línea. El internacional argentino Lucas Biglia suele dar consistencia al juego de la Lazio cuando el técnico opta por un 4-3-3. Su gran posicionamiento, su fiabilidad en el pase y su capacidad para recuperar balones es lo que le hace gobernar la medular. Su compatriota Cristian Ledesma le puede dar la alternativa. A su lado, jugadores de tanto talento como Parolo o Lulic. Marco Parolo, interior o mediapunta, suma ya 9 goles y es uno de los jugadores más destacados de la temporada. Por la izquierda o incluso en puesto de extremo, el bosnio Senad Lulic luce desequilibrio en el regate y calidad en los pases largos. 6 asistencias suyas contribuyen al gran poder ofensivo del conjunto romano. El joven Danilo Cataldi también empieza a tener peso en la medular, sobre todo con el sistema de doble pivote. Uno de los jugadores más desequilibrantes, aunque no tiene muchas oportunidades, es el nigeriano Ogenyi Onazi, un mediocentro no tan disciplinado pero bueno en el pase.

En ataque se mueven los mejores jugadores de la Lazio: Antonio Candreva en la derecha, el mito Miroslav Klose en punta y Felipe Anderson en la izquierda. Anderson también puede actuar como mediapunta y dejar la parte derecha del ataque lacial al veterano Stefano Mauri. Entre todos suman dígitos impresionantes en lo que a goles y pases clave se refiere.

Candreva regatea, centra bien y tiene una visión de juego privilegiada para generar peligro. Con ocho asistencias lidera este apartado y suma otros tantos goles. Anderson, cuando no está tocado y tiene ganas de jugar, es sin duda el mejor futbolista de la Lazio. Maneja a la perfección las dos piernas, lo que le permite disparar sin pensárselo dos veces ni tener que adaptar el cuerpo. Tiene un disparo de larga distancia como pocos en el mundo del fútbol y también destaca su visión para encontrar huecos entre líneas. Un socio perfecto para Klose. El brasileño suma 10 goles y 6 asistencias. Mauri, por su parte, marcó en la que va de temporada 9 tantos, demostrando que a sus 35 años todavía no dijo la última palabra en este deporte.

Pero el nombre más conocido a nivel mundial es del de Klose, toda una leyenda en la selección alemana que el pasado verano se proclamó campeona del mundo. Klose, sin copar nunca los titulares por su calidad, mantiene una regularidad y capacidad física envidiable pese a tener 36 años. Es esa profesionalidad y un olfato de gol propio de los delanteros de otra época lo que le permitió convertirse en el máximo goleador de la historia de los Mundiales, superando nada menos que a Ronaldo Nazario.

La pasada Copa del Mundo parecía una bonita retirada de la élite para Klose, con el título de campeón tras haber jugado cuatro mundiales, con el récord de goles y con una edad avanzada para el fútbol. Klose podría retirarse y contemplar su obra. Pero ese no es su estilo. Sin engordar ni un gramo, sigue peleando cada balón en la delantera de la Lazio y suma ya 12 goles, no solo como rematador, sino también haciendo gala de una gran movilidad. Ahora ya no está solo en la punta del ataque, pues el serbio Djordjevic se acaba de recuperar de la grave lesión que sufrió a comienzos de año. Con este brillante ataque la Lazio aspira a finalizar en segundo puesto y además a amargar a la Juventus, reciente campeona de liga, esta temporada. Ambos se verán las caras en la final de la Coppa de Italia programada para el 7 de junio. Se trata de una gran oportunidad para volver a levantar el título en el que los laciales se sienten más cómodos, con seis copas. La parte negativa de esta gran campaña de los romanos es su futuro. La media de edad de los jugadores que marcan la diferencia es muy alta y nadie en su sano juicio postularía a la Lazio como candidata al título liguero para la próxima temporada. Habrá que seguir buscando, por lo tanto, a otro "antiJuve" de esos que tanto escasean en el país transalpino en los últimos tiempos.