El Celta sufre algo parecido a la "maldición del Camp Nou". Tardó setenta y tres años en volver a ganar un partido de Liga en casa del Barcelona, gracias a un tanto de Joaquín Larrivey. Desde entonces, el conjunto de Eduardo Berizzo ni gana ni marca, excepto el gol anotado el martes pasado por Santi Mina en la Copa del Rey.

Después de caer derrotado el sábado en el Santiago Bernabéu por 3-0, el equipo celeste acumula en el último mes un total de 396 minutos sin celebrar un gol en el campeonato liguero. Es la octava sequía más importante en la historia del Celta, que el sábado que viene se enfrentará al Málaga (La Rosaleda, 22 horas), al que la temporada pasada ganó por goleada (0-5).

Además, el triunfo en el Camp Nou llevó al Celta a encadenar dieciséis jornadas de Liga marcando: las últimas seis del curso anterior y las diez primeras de este. Con el equipo en puestos de competición europea, todos eran piropos para los jugadores de Berizzo. El gol ante el Barça no solamente suponía una gran relevancia histórica para el club sino que llegó a provocar muchos elogios por su bella elaboración: saque en largo de Sergio Álvarez, el balón lo peinaba Hernández, Nolito le ganaba la posición a Alves y asistía de tacón a Larrivey para que el argentino superase a Bravo. Con cuatro toques únicamente, el Celta repetía el éxito que lograra en 1941 en el desaparecido campo de Les Corts.

Después de la borrachera de euforia y de halagos por el triunfo, el Celta mudó de repente en un equipo sin olfato de gol y sin pegada. El Granada se llevó un empate a cero de Balaídos, el Rayo le ganó por la mínima en Vallecas, el Eibar sumó los tres puntos en Vigo con un solitario tanto de Manu del Moral y en el Bernabéu ni siquiera encontró la portería de Casillas.

A esos 360 minutos sin marcar en los últimos cuatro partidos hay que añadir los 36 últimos del partido del Camp Nou, tras el tanto de Larrivey. Ello supone una marca de 396 minutos sin anotar un gol, convirtiéndose en la octava peor sequía goleadora de la historia del Celta.

El récord absoluto de rachas sin marcar lo ostenta el equipo celeste de la temporada 1994-1995. Entonces, el conjunto que entrenaba el argentino Carlos Aimar tardó 534 minutos en marcar un gol. Vlado Gudelj, actual delegado de los célticos, acabó con ese pésimo registro en San Mamés.

El segundo periodo más largo sin celebrar una diana lo sufrió el Celta en la temporada 1958-1959. Marcaron el último tanto de esa temporada los célticos en la vigésimo sexta jornada de Liga, ante el Oviedo, en Balaídos. Su autor fue el argentino Alfredo Rojas. Los celestes descendieron ese año a Segunda y tardaron una década en regresar a la máxima categoría. El ferrolano Juan Fernández dejó esa sequía goleadora en 486 minutos tras marcar en Atocha ante la Real Sociedad, en 1969

En la campaña 1953-1954, el conjunto vigués acumuló 435 minutos sin ver portería en la máxima división, hasta que Pablo Olmedo marcó en el Campo de la Victoria, en Jaén, según la información que ofrece Alberto Fernández en Celta Historia (@celtahistoria).

Tras disfrutar un periodo de marcar en cada jornada se ha pasado a la sequía más absoluta. Estos cambios tan bruscos son habituales también en el fútbol. Son periodos cíclicos por los que pasan los equipos. De hecho, el Celta vivió algo parecido el pasado mes de abril, después de que el equipo que entonces entrenaba Luis Enrique solamente lograse dos goles en siete encuentros. Con ese ciclo negativo acabó Nolito, que se convirtió en el máximo goleador ese curso.

El sanluqueño se ha quedado anclado en los cinco tantos en lo que va de curso. No ha vuelto a marcar desde que logró la igualada en San Mamés ante el Athletic, en la séptima jornada de Liga, desde el 18 de octubre. El gaditano fue elegido mejor jugador de la Liga en el mes de septiembre y posteriormente debutó con la selección española. No volvió a ver puerta desde hace mes y medio.

Más preocupante es la situación de Orellana como goleador. Suma tres tantos, los que consiguió en los tres primeros partidos de Liga. El último se lo anotó a la Real Sociedad. El chileno es uno de los jugadores más destacados del equipo de Berizzo, pero apenas aporta goles.

En 17 tantos continúa el Celta, después de 14 jornadas de Liga. Solamente los seis primeros clasificados se han mostrado más efectivos en ataque que el grupo de Berizzo, quien la víspera de enfrentarse al Real Madrid restaba importancia a la sequía de su equipo en triunfos y en goles. El entrenador argentino también defiende que el fútbol va por rachas y que lo peor en estas situaciones es desesperarse. A su equipo se le presenta el sábado una nueva oportunidad. Después cerrarán el año 2014 en Balaídos, ante el Almería.