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El único faro en un mar de dudas

La irrupción del brillante William Carvalho en el mediocentro es la única noticia positiva de la selección portuguesa y debe guiar su renovación

El único faro en un mar de dudas// Efe

Una selección venida claramente a menos, cuyo juego y solvencia no se puede ni comparar con la que en 2004 alcanzó la final de la Eurocopa y en 2006 las semifinales de la Copa del Mundo. El eterno problema con el delantero centro, un rendimiento pobre de Rui Patrício en portería, la sanción de Pepe y una oleada de lesiones como las de Fabio Coentrao, el propio guardameta titular o los arietes Hugo Almeida y Hélder Postiga, son algunas de las calamidades que asolaron a Portugal en este Mundial. Todo se le puso en contra desde al arranque del primer encuentro frente a una Alemania que no perdona errores rivales. A esto hay que sumar el Mundial de Éder, porque así será recordado por muchos debido a la nefasta participación del delantero del Sporting Clube de Braga.

La incombustible capacidad para generar ocasiones, una tras otra, de Cristiano Ronaldo no fue suficiente esta vez. El Plan A de Portugal llegaba tocado en su rodilla, y el Plan B no existía para Paulo Bento, por mucho que insistiese en ello en sus ruedas de prensa previas al desembarco en Brasil. Dudas es lo que deja esta selección de cara al futuro, y a día de hoy no está garantizada ni la continuidad del seleccionador.

En ese océano de incertezas solo existe un faro, la única noticia positiva a la que se pueden agarrar los lusos de cara a la próxima Eurocopa que se disputará en Francia. Solo tiene 22 años y ya es el mejor mediocentro del país. Se trata de William Carvalho, un corpulento pero técnico y ordenado centrocampista que atrajo los ojos de medio mundo esta temporada, en la que rindió a un nivel brillante marcando los tiempos del Sporting de Portugal.

Nacido en 1992 en Luanda (Angola), su potencia, sus llegadas por sorpresa a la zona de ataque, y sus pases en largo y cambios de orientación dejan a las claras que, si nada se tuerce, será una referencia en esa posición en todo el fútbol europeo. Eso lo saben también los ojeadores de los grandes clubes, de ahí que en las últimas semanas se especulase con su salida a equipos de altísimo nivel, el Real Madrid entre ellos. Pero una de las revelaciones de la temporada en el viejo continente tampoco pasó inadvertida para los grandes equipos ingleses.

Con sus 1,87 metros de altura y 87 kilos de peso, llama la atención el hecho de que esté tan dotado técnicamente. Aunque apenas había jugado con la selección absoluta, nadie se extrañó de su participación en la Copa del Mundo, y eso que no se vistió la camiseta de Portugal hasta la repesca frente a Suecia. Aparición rápida y crecimiento explosivo de un hombre que en 2011 estaba jugando en el modestísimo CD Fátima del país vecino. De momento no se conoce que su gran rendimiento tenga relación con ningún tipo de milagro ni de intervención de origen divina. Media Portugal sabía que William Carvalho había llegado a la selección portuguesa para quedarse, aunque al parecer Paulo Bento no lo vio así y en los dos primeros choques, frente a Alemania y Estados Unidos, apostó una vez más por la línea de tres en la medular que conforman Meireles, Veloso y Moutinho. Una combinación que, no por repetida de memoria por los aficionados, consiguió dar un buen resultado en una gran cita. Frente a ellos, Carvalho demuestra "normalidad" incluso en sus declaraciones.

Los inicios futbolísticos de William Carvalho están en la prolífica Academia del Sporting de Lisboa. Surge en el mediocentro una de las nuevas joyas fabricadas en las instalaciones de Alcochete, de donde salieron también Figo, Cristiano Ronaldo, Simao, Quaresma o Nani entre otros. Parece que en la orilla sur del río Tajo ya no solo centran su atención en crear extremos.

Tras un segundo año cedido en el Círculo de Brujas belga, Leonardo Jardim recuperó la temporada pasada a Carvalho para su proyecto con el que quería devolver a "Os Leoes" al puesto que se merecen por historia, y que no es otro que el de disputar los títulos que tienen en juego. Fue claramente la revelación de la competición liguera y elegido como futbolista de la temporada mediante una votación en la que participaron los aficionados. Aunque no destaca en la faceta goleadora como en su poderío físico y colocación en el terreno de juego, esta temporada dejó su sello con cuatro goles en la Primeira Liga. Seguro que se convierte en uno de los animadores del mercado estival.

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