El Celta inicia una semana clave para el fichaje del internacional chileno Pedro Pablo Hernández, el volante ofensivo solicitado por Eduardo, el Toto, Berizzo para reforzar el ataque celeste. Al jugador se le espera hoy en las instalaciones de Monasterio Celeste, la ciudad deportiva de O'Higgins, para incorporarse a la concentración de pretemporada a las órdenes de Facundo Sava, el sucesor del Toto en el banquillo del conjunto rancagüino.

La llegada de Hernández, que ha prolongado sus vacaciones más que el resto de sus compañeros debido a su preselección para el próximo Mundial de Brasil, del que se quedó fuera en el último momento por causa de una lesión muscular, debería dar un impulso definitivo a la negociación.

Las bases del acuerdo están, de hecho, ya sentadas. O'Higgins y el Celta están de acuerdo en el precio del traspaso en 1,6 millones de dólares (2,2 millones de dólares) por el 70 por ciento del pase del jugador, pues el 30 por ciento pertenece al Arsenal de Sarandí argentino, anterior club de Hernández.

El Celta también ha pactado con el futbolista un contrato por dos temporadas, con opción a una tercera, pero queda todavía un escollo por resolver para que el Tucu, como se conoce futbolísticamente a Hernández, vista el próximo curso la zamarra céltica. El problema está en la fórmula de pago. O`Higgins necesita hacer caja para reformular su proyecto deportivo tras la marcha de Berizzo. Varios futbolistas importantes han abandonado esta temporada el equipo y la entidad que preside Ricardo Abumohor exige al Celta que el pago del traspaso se realice de inmediato y en un único plazo. El dirigente fue muy claro a este respecto el pasado sábado. "El Celta quiere llevarse a Hernández como sea pero debe pagar inmediatamente, no hay otra forma posible del pase", declaró Abumohor durante la visita del técnico chileno del Manchester City, Manuel Pellegrini, a las instalaciones deportivas de O'Higgins.

La exigencia de desembolsar 1,6 millones en un único pago choca frontalmente con la política de contrataciones del Celta, que necesita concretar cuatro fichajes más para reorganizar su plantilla y tiene por norma fraccionar el pago en tantos plazos como años de contrato se pacten.

Aunque no menor, al Celta y a O'Higgins les separa una cuestión técnica, lo que hace que el club vigués sea optimista sobre el desenlace de la operación. Y la reincorporación de Pablo Hernández a los entrenamientos debe reactivar la negociación, pues el futbolista ha dejado muy claro a los dirigentes del club chileno que está decidido a abandonar el equipo esta temporada para jugar en España con el Celta y no va a dar su brazo a torcer, con lo que ambos clubes parecen abocados a entenderse.