Alentados probablemente por el insospechado éxito de aquel extraño deporte que habían empezado a practicar en Vigo los empleados del Cable Inglés, fundadores del histórico Exiles -mal que pese en Huelva, el primer club de fútbol creado en España-, en 1914 un grupo de socios del Liceo Marítimo de Bouzas decidió añadir una nueva sección a sus actividades deportivas: la del "juego de la pelota" . Ello sucedía solo diez años después de la incorporación del antaño concello independiente de Bouzas al municipio vigués, y quizás explique, en parte, el sentimiento de distinción que todavía anidaba en aquellos boucenses que, aunque fueron invitados, no quisieron participar en el proceso de fusión entre el Vigo Sporting y el Fortuna que germinaría, ya en 1923, en la fundación del actual Real Club Celta.

Y es que el Vigo Sporting y el Fortuna (con el que el Rápido compartía terreno de juego) eran rivales de esos que se dice de "derby" en un marco competitivo en el que los de Bouzas jugaban el papel de "vecino pobre" frente al poderío de aquellas dos "poderosas" escuadras que, encima, contaban con el refuerzo de algunos experimentados jugadores ingleses procedentes del citado Exiles.

Pero no estaban dispuestos los del Rápido a resignarse a seguir desempeñando un papel secundario y, si para sus primeros triunfos (la Copa Lavadores, Trofeo Marqués de Alcedo, el Trofeo Conde Gondomar), seguramente tuvieron que eludir la competición con el Fortuna y el Sporting, en el significativo año ya reseñado 1923, se alzaron con el campeonato de la Serie B (equivalente a la Segunda División actual). En esa coyuntura, además de la ya apuntada de concello recién anexionado, se hace más comprensible que declinasen formar parte de la fusión que daría lugar al Celta: Bouzas seguía siendo Bouzas, qué carajo! Aunque, cierto, se abrió otra herida más: mientras al flamante Celta se le había concedido el título de Real, al Rápido, que también lo había solicitado, se le denegó: ¡cosas de Alfonso XIII!

De aquella etapa, la más gloriosa del club por lo que se refiere a trofeos y campeonatos conseguidos, Manuel Seoane, el hoy presidente del club, menciona nombres como los de José Comesaña, Manuel Gestoso (que llegó a ser internacional con la selección española), Emilio Ruiz o Ramón Correa. Estos dos últimos acabarían, la suerte ya estaba echada, por supuesto en el Real Club Celta.

Preguerra y posguerra

La racha triunfal de aquel Rápido originario se expandió entre los años 1922 y 1935. Y tras el paréntesis de la Guerra Civil, la reanudación de las temporadas oficiales de fútbol, en 1941, continuó resultando fructífera para un equipo que, en 1942 y 1943, se alzaba con el Campeonato Aficionado Comarcal y que, en 1944, levantaba la Copa de ganador del Campeonato Provincial en partido disputado en el mismísimo Estadio de Balaídos, cuya inauguración data de 1928.

1951 marca la consecución de la Liga de Aficionados de Vigo y su Comarca, así como el Torneo Relámpago. "En esa década -relata el actual presidente del club, Manuel Seoane- el Rápido cuenta, por unos meses, con un jugador excepcional, Pahíño, así como con otros destacados futbolistas como Carlos Cela (Campeón Mundial Juvenil con España) y Gelucho, que posteriormente sería el portero de aquel glorioso e histórico Deportivo de A Coruña en el que se alineaban Amancio, Luis Suárez y Veloso". No deja de ser curioso que, a día de hoy, sea precisamente el Deportivo el que arrebate el decanato del fútbol gallego al Rápido: de hecho, si el Deportivo hubiese desaparecido (y a punto estuvo de hacerlo hace solo unos meses), hogaño estaríamos escribiendo del Rápido de Bouzas como el club de fútbol más antiguo (en activo) de Galicia. O sea, del decano.

Competir y formar

En esa década de los 50 encontramos las raíces de la esencia de lo que es el actual Rápido de Bouzas, es decir, las de un club en el que, sin renunciar a competir "hasta donde le sea posible", se trabaja sobre otro eje de referencia que cada vez adquiere mayor preponderancia: el de la promoción de jugadores jóvenes o, como se diría en argot futbolero, la cantera. De ello hallamos un excelente reflejo ya en la trayectoria seguida por el club durante la década de los 60, en la que, a la vera consecuciones como el ascenso a Tercera División (que por aquel entonces equivalía a la actual Segunda B), salieron de las filas boucenses futbolistas como Félix Carnero, Rey Tapias, Búa, Ruiz o Manuel Tomé.

Sería la reestructuración de las categorías del fútbol español -que no los resultados deportivos- lo que obligaría al Rápido a regresar a Tercera, esto es, a moverse en el ámbito autonómico en el que permanece hoy, pese a dos frustrados intentos de ascenso a Segunda B (temporadas 2002/2003 y y 2004-2005). Del último de ellos, Manuel Seoane guarda clavada en la memoria una fecha, la del 25 de mayo de 2005: "Un injusto arbitraje -recuerda, a estas alturas aún con huellas del enfado que se agarró- nos privó del ascenso ante el Móstoles. Curiosamente, este equipo madrileño ya es historia, al desaparecer producto de una nefasta gestión económica". El encuentro finalizó con 2-2, un empate insuficiente para subir de categoría.

En esa misma temporada, con su clasificación para la disputa de la Copa del Rey, el Rápido celebraría uno de sus acontecimientos más célebres: la eliminatoria contra el Rayo Vallecano que, por aquel entonces, gestionaba la familia Ruiz Mateos y entrenaba el ex jugador del Real Madrid e internacional español Michel en su año de debut profesional como "míster". Y a fe que se lo pusieron difícil los del barrio de Bouzas a los del de Vallecas: los vigueses ganaron 1-0 en su feudo y los vallecanos sudaron más de lo que suponían para imponerse 2-0 en el partido de vuelta en el rebautizado estadio "Teresa Rivero".

Al comienzo de 2000, la labor de cantera que se llevaba a cabo en el Rápido ya había corrido de boca en boca y era conocida en todo el fútbol español. No resulta extraño, así pues, que en la Masía, emblema de la cantera del Fútbol Club Barcelona, se hubiese aceptado de buen gusto la invitación cursada por la directiva boucense para homenajear a uno de sus jugadores más emblemáticos, el "gran capitán" David Pujales. A Bouzas acudió aquel Barcelona B entrenado por Pep Guardiola, con Tito Vilanova de segundo, del que Manuel Seoane insiste en resaltar que "fue el primer partido de Guardiola como entrenador fuera de Cataluña".

Manuel Seoane, el presidente bajo cuya gestión se han organizado y celebrado con éxito los fastos del centenario (con la presencia del seleccionador Vicente Del Bosque, todo un lujo) el Rápido de Bouzas se ha mantenido en Tercera División y, lo que para él es tanto o más importante, alternado los logros obtenidos por las categorías inferiores (ascensos a división de honor de juveniles, cadetes e infantiles) con el orgullo de una cantera que ha dado frutos como los de Dani Carril, Diego Mariño e Iago Aspas.