La vida no ha sido fácil para Teresa Perales (Zaragoza, 1975), nadadora paralímpica y deportista española con mejor palmarés, con 22 medallas en los Juegos Paralímpicos, igualando el registro de Michael Phelps. En una silla de ruedas desde hace 19 años, esta deportista es un ejemplo de superación gracias a su enorme fuerza de voluntad, que le ha llevado a derribar todas las barreras que se han interpuesto en su camino.

Esa experiencia la quiso dejar reflejada Perales en la sede del Club Financiero de Vigo, en una conferencia que llevaba por título "Lucha por lo que sueñas", organizada con la colaboración de la Fundación Adecco y Gas Natural Fenosa, representados por sus respectivos directores generales, Francisco Mesonero y Manuel Domingo Fernández Pellicer. El acto, que tuvo como anfitrión al presidente del Círculo de Empresarios Gallego, Javier Garrido, contó con la presencia de Beatriz Mato, conselleira de Traballo e Benestar. Entre el público, estaba un gran amigo y compañero de selección de Perales, Sebastián "Chano" Rodríguez, otro de los deportistas paralímpicos más laureados.

Mato fue la encargada de introducir la conferencia. La titular de Traballo e Benestar comenzó centrándose en la protagonista de la jornada, de quien resaltó "el esfuerzo y la superación" que ha demostrado en todo momento. "Tiene una extraordinaria capacidad para romper barreras cada día, una fortaleza mental increíble", afirmó Mato, que aprovechó para destacar la apuesta de la Xunta por la "integración" .

La conselleira puso sobre la mesa el primer Plan de acción integral para las personas con discapacidad lanzado en Galicia, para el que se han incrementado las partidas presupuestarias este año, destacando la integración laboral y la nueva Ley de accesibilidad, que toque todos los ámbitos de la sociedad.

Tras esto, llegaba el turno de Teresa Perales, que llenó de optimismo al público. Desde el primer momento, quiso desdramatizar su situación, aseverando que las personas con discapacidad aportan "lo mismo" que el resto de la sociedad.

Es la historia de su vida. Nada le ha impedido ser feliz, como demuestra su imborrable sonrisa. Aquello no era el fin del mundo, lo ha aprendido durante todos estos años, sino que actuó como un punto de inflexión que le llevó a descubrir talentos que nunca hubiera imaginado.

"Solo hay una cosa que no tiene solución, la muerte, es lo único que te puede quitar la sonrisa". Lo supo cuando vio una foto suya de adolescente que mostró durante su charla. Poco antes había fallecido su padre.

La silla de ruedas, lejos de convertirse en un obstáculo, le ha ayudado a conseguir "todos sus sueños", a valorar aquellos detalles rutinarios que habitualmente se borran de la memoria. Perales quiso reflejar la importancia de "lo que llevamos dentro", ir más allá de la punta del iceberg.

"Tenemos todo dentro para conseguir cualquier cosa, parecemos pequeños pero el potencial es inmenso. Todo es posible, incluso las utopías. Si lo intentas, te llevas sorpresas", destacó.

La natación, entre otras muchas cosas -escritora, expolítica, coach, profesora?-, le ha abierto las puertas de la fama. Sin su discapacidad, probablemente nunca hubiera llegado a darse cuenta de su enorme don.

"Lo descubrí porque me quedé en silla, no sabía nada, yo era karateka, y me metí por primera vez en una piscina con un chaleco salvavidas. Sin embargo, ahí me volvía a encontrar a la misma altura que el resto, recuperaba la sensación de libertad", indicó, antes de recordar la frase que le pronunció su primer entrenador, Ramiro, que extrapola a todo el mundo: "Me dijo que era un diamante en bruto que teníamos que pulir".

A partir de ahí, todo es conocido. 22 medallas repartidas entre los Juegos de Sidney, Atenas, Pekín y Londres, metales detrás de los que hay una historia personal pero que no ocultan su principal logro, tal y como manifestó: "Mi mejor medalla es que soy mamá".

Con su hijo de casi 4 años como telón de fondo, Perales se detuvo en los estereotipos y prejuicios, aspectos que en su opinión todavía siguen haciendo mucho daño, confiando en que con la educación, en un futuro no muy lejano, "nadie se planteará si alguien es válido a pesar de tener una discapacidad", para lo que hará falta una "oportunidad por parte de todos".

"A veces la realidad supera a los sueños". Con esa frase en un vídeo sobre su primera medalla de oro, en los Juegos de Atenas, puso el colofón a un acto repleto de optimismo y esperanza, convencida de que siempre hay una salida para todo: "No hay límites, son líneas imaginarias construidas, a lo mejor es que no intentamos superarlos".