Día de despedidas en Balaídos. Uno de los capitanes del equipo, Roberto Lago, daba una rueda de prensa para poner fin a su etapa en el conjunto vigués. El canterano decía adiós tras 18 años al servicio del club. "Seguiré siendo celtista y abonado. Lo llevaré dentro y animaré. Aquí he aprendido mis valores", apuntaba el futbolista de O Calvario.

Roberto Lago deja orgulloso el equipo que le vio crecer como futbolista profesional. Admitía que la despedida no era fácil tras defender la camiseta celeste durante casi dos décadas. El de O Calvario se va con la sensación de haber cumplido uno de sus sueños. "Mi meta era dejar al Celta en Primera División". El canterano también señaló que en estas seis campañas con el primer equipo se queda con dos momentos, el ascenso y la permanencia.

El vigués abandona la banda izquierda que tantas veces ha cabalgado por Balaídos. Ese carril se convirtió en su propiedad desde que el Celta bajó a Segunda División en 2007. Desde entonces ha sido indiscutible para todos los técnicos que pasaron por el banquillo celeste. El lateral zurdo emprende una nueva aventura en Getafe, uno de los conjuntos que aspiran a meterse la próxima temporada en competiciones europeas. La próxima vez que visite el coliseo vigués será como visitante.